Maite SOROA
La épica fantochada de Lizartza
La fantochada del PP en Lizartza, con los primeros espadas como cohorte de Regina Otaola, llegó ayer a todos los periódicos. Cada cual vio, sin embargo, una película diferente.
Juan Carlos Latxaga, en «Deia» recordaba que «está claro que los habitantes de Lizartza no tienen suerte con sus munícipes. Ellos quieren elegir un alcalde pero por hache o por be les colocan otro». Decía más: «el PP tiene casi más concejales que votos en Lizartza» y «la bandera de Otaola (la rojigualda) fue como una pica en Flandes del PP y según quien lo cuente, irá adquiriendo los tintes épicos de la reconquista de la isla de Perejil». No le faltaba un ápice de razón.
La patochada mereció otro titular en «El Diario Vasco»: «Otaola, elegida alcaldesa de Lizartza entre los insultos de los radicales». Lo radicalmente falso es que a Otaola la eligieran alcaldesa. Pregunten a los electores.
Más graciosos eran los de «El Mundo». Publicaban en portada la fotografía de Otaola rodeada de ertzainas enmascarados: «Democracia bajo escolta». En el despropósito que acompañaba a la fotografía sentenciaban que el PP fue «el único partido que se presentó a las elecciones en la localidad». En páginas editoriales, el rotativo de Pedro J. advertía que Otaola «se ha convertido en un símbolo de coraje democrático». Y así todo el rato.
En «El País» presentaban el asunto con más frialdad: «El PP asume la alcaldía de Lizartza bajo protección policial y ordena retirar carteles con fotos de etarras». En «Diario de Noticias» constataban que «El PP accede a la alcaldía de Lizartza con 27 votos por ser la única lista que se presentó a las elecciones». Y en «La razón» el esperpento alcanzaba cotas difíciles de igualar: «La democracia y la bandera española vuelven a Lizarza». Una empieza a pensar que se trata de términos contradictorios. Al menos en Lizartza.
El canto épico de la fantasmada llegaba también a «Abc»: «Regina se atreve con Lizarza». Se atrevió escoltada por una legión de ertzainas armados hasta los dientes. Así ya se puede... El texto que acompañaba al titular retador no tenía desperdicio: «Mientras otros se han batido en retirada con el rabo entre las piernas, la popular Regina Otaola asumió ayer el reto de tomar posesión como alcaldesa del feudo batasuno de Lizarza en un ambiente hostil que no la desalienta». Así escriben la historia.