Según han dado a conocer testigos presenciales, en las fiestas que la pasada semana tuvieron lugar en Hazparne fue violada una joven de 17 años. El presunto autor de la agresión ha sido detenido una vez que las fiestas han terminado. La historia se repite una y otra vez. Las fiestas, que debieran ser un tiempo de ocio y diversión, se convierten en excusa y tapadera para agresiones de carácter sexista. De eso saben bastante en Baiona, localidad en la que el pasado año, además de varias violaciones, se produjo una agria polémica por lo que parecía un intento de las autoridades locales de ocultar la existencia de estas agresiones. Tras el debate, el Ayuntamiento puso en marcha un grupo de trabajo que acaba de hacer públicas las medidas que pondrá en marcha para evitar que en las fiestas que se celebran en la capital labortana la primera semana de agosto vuelvan a producirse tan graves hechos. Ya ha habido colectivos feministas que han valorado positivamente el mero hecho de haber tenido en cuenta el problema, y que proponen un debate social. Algo necesario cuando se trata de concienciar e implicar al conjunto de la población para que tras las fiestas no vengan los lamentos.