Los pescadores franceses de anchoa, que desde el pasado el fin de semana bloquean dos puertos en la costa atlántica, reiteraron ayer su exigencia de que se les permita volver a faenar con limitaciones en el golfo de Bizkaia por considerar que los bancos de pescado se han reconstituido lo suficiente.

Los participantes en la protesta, además de impedir los movimientos en los puertos de La Turballe y Saint-Gilles Croix de Vie, en las proximidades de Nantes, inutilizaron peajes en dos autopistas (entre Angers y Nantes y en La Roche sur Yon). La presidenta del comité de pesca de La Turballe, Dominique Lebrun, avanzó que hoy podrían bloquear otros puertos.

Lebrun señaló que lo que reclaman es la «reapertura de la pesca de la anchoa inmediatamente durante el segundo semestre del año con una cuota de varios miles de toneladas».

«La reserva se ha reconstituido», aseguró la representante de los pescadores, que indicó que el Instituto Francés de Investigación para la Explotación del Mar (IFREMER) ha calculado que la reserva de pescado en el golfo de Bizkaia es ahora de 41.000 toneladas.

Acuerdo político

Por el contrario, el Comité Científico de Pesca de la UE ha aconsejado a la Comisión Europea mantener la prohibición de pescar anchoa también el año próximo. Lebrun señaló que lo que piden es poder pescar los animales adultos de gran tamaño de más de tres años que, en caso de no ser capturados, «morirán de forma natural en unos pocos meses».

El presidente del Comité Nacional de Pesca Marítima, Pierre Georges Dachicourt, consideró que a la vista de los informes de los expertos «hay potencial para una apertura» del caladero y optó por un acuerdo político entre los ministerios español y francés porque «en ese caso la Comisión Europea con gran probabilidad seguiría su posición común».