La checa Nicole Vaidisova, decimocuarta cabeza de serie, rompió los pronósticos ayer sobre la pista central de Wimbledon y echó del torneo a la actual campeona, la francesa Amelie Mauresmo, número cuatro en el ránking de la WTA, tras vencerla por 7-6 (6), 4-6 y 6-1 en los octavos de final.

Sorpresa pero menos. Si se mira la trayectoria de Vaidisova desde que despuntara el año pasado, la campanada no es mayúscula.

La checa, de tan sólo 18 años, completó un gran 2006 tras hacer semifinales en Roland Garros y acabar en el puesto diez del ránking mundial. Este año Vaidisova ya ha alcanzado las semifinales en Australia e hizo cuartos de final en París.

Juan Carlos Ferrero, vigésimo favorito, se metió en cuartos de final tras eliminar a Janko Tipsarevic, y tendrá como próximo rival al intratable Roger Federer, número uno del mundo y campeón del torneo. El tenista valenciano liquidó un partido que debía haber comenzado el lunes, y no pudo celebrarse a causa de la lluvia, con un 7-5, 6-3 y 7-6 (5) en un 1 hora y 51 minutos. Un día más, las inclemencias meteorológicas no mostraron piedad. Ferrero sufrió ante el serbio también en la jornada de ayer dos nuevas interrupciones por el mal tiempo.

El argentino Guillermo Cañas, vigésimo segundo cabeza de serie, cerró la participación latinoamericana en la hierba londinense tras caer derrotado en el partido frente al australiano Lleyton Hewitt por 4-6, 6-3, 3-6 y 4-6 tras 2 horas y 42 minutos.

Cañas, con un poderoso saque, obligó a Hewitt a jugar desde el fondo y consiguió igualar a un set antes de que se suspendiera la jornada del lunes, que acabó con un 3-1 a favor del aussie en la tercera manga. En la continuación de ayer el partido se volvió raro. Las lluvias interrumpieron hasta tres veces el choque y después no permitieron acabar el duelo Nadal-Soderling, que continúa alargándose en el tiempo, y el Roddick-Mathieu.