Los ciudadanos vascos Mikel Essery y Magie Álvarez, dos parejas catalanas -formadas por Gabriel Tortosa y María Isabel Arranz, y Antonio Pomés y María Teresa Pérez Urbago-, y la vecina de Girona Marta Borrell, un guía y un traductor yemeníes, además del kamizake son las diez personas muertas en el atentado perpetrado el lunes en Yemen contra el convoy turístico que se disponía a regresar a la capital Sana´a tras visitar el Templo de la Reina de Saba.

Otras seis personas, Begoña Larrabeiti, Eva María de Mena, Estibaliz Díez del Río, de Bizkaia, Asunción Bitorika, de Araba, y los catalanes Julia Vilaró y Esteve Masó (compañero de la fallecida Marta Borrell) resultaron heridas. Bitorika, de 30 años, ha tenido que ser intervenida quirúrgicamente en dos ocasiones por un edema cerebral y requiere de ventilación asistida. El representate del Gobierno de Lakua en Madrid, Peio Caballero, que ayer viajó en el airbus que el Ejecutivo español envió al país árabe para trasladar a los cadáveres y a los heridos, precisó que el estado de Bitorika es muy grave y que está consciente. Confirmó que, de momento, deberá seguir ingresada en Sana´a por un mínimo de entre cinco y siete días. Junto a ella se quedará una amiga que también resultó herida en el atentado. Sus familiares viajarán a Yemen en las próximas horas.

«Aventurero de la geografía»

El resto de los heridos presenta heridas múltiples en la piel, cortes producidos por el impacto de metralla y algunas fracturas. Según explicó Caballero, está previsto que hoy lleguen a Madrid sobre las 7.00 horas.

En Bilbo, responsables de Banoa, organizadora del viaje «La Arabia escondida», comparecieron ante los medios visiblemente emocionados. Tanto Essery, de 54 años, como Álvarez, de 24 años, formaban parte de esta agencia. Él era ya un veterano y «un aventurero de la geografía, de los pueblos y de lo social». El sueño de ella era ser guía.

«Era la apadrinada de Mikel. Cuando me preguntaron sobre Magie dije que era una joya como guía, tenía el carácter necesario para este trabajo, sabía varios idiomas y tenía una amplia experiencia en viajes», recuerda a GARA Koldo Uranga, guía de Banoa especializado en Perú, Costa Rica y Venezuela.

Con Essery le unía una estrecha y larga relación. Han compartido un montón de cosas y situaciones. «Recuerdo un viaje al sur de Marruecos en el que íbamos en moto y, de repente, vino corriendo hacia nosotros un bereber. Cuando llegó se paró en seco y dijo `yo amigo Mikel moustache, gustar San Sebastian'. Esto demuestra lo querido que era y cómo se mezclaba con la gente de cada lugar. ¡Nos quedaríamos aturdidos de cuánta gente lo conocía, no sólo aquí sino en todo el mundo!», exclama Uragan.

Essery estaba en Pakistán cuando el 31 de julio de 2000 los hermanos Iñurrategi tuvieron el faltal accidente que costó la vida a Félix mientras descendían la cumbre del Gasherbrum II. En cuanto se enteró de lo sucedido, no dudó en prestar su ayuda e hizo labores de enlace con los medios. «Puso voz a la situación», comenta este guía de Banoa que lo define como «un loco cuerdo, un colega radicalmente tierno. Nos va a costar mucho dejar de compartir la vida con él», remarca. Además de su faceta de viajero, era jefe de estudios y profesor de inglés en la ikastola Hegoa del barrio donostiarra de Intxaurrondo y, en los últimos tiempos, estaba muy involucrado en la plataforma para la recuperación del Guardetxe de la Parte Vieja.

A sus alumnos les deleitaba con sus relatos, experiencias, los fósiles y piedras que iba recopilando. Sus compañeros ya preparan un homenaje.

Vocación de «ser mochilera»

La zarauztarra Magie Álvarez era también una viajera y aventurera empedernida. Precisamente, en 2005 participó en el programa «El conquistador del fin del mundo» de ETB grabado en Patagonia. En su presentación ante las cámaras, esta auxiliar de enfermería afirmaba que su «verdadera profesión era ser mochilera».

«Soy alegre, divertida, cotorra como nunca y tengo un poco de mala leche. También hago malabares», manifestó en aquella ocasión. Además, regentó la cantina del malecón de Zarautz. Este año no se hizo cargo del bar ya que iba a viajar a Yemen. Con la intención de hacer realidad su sueño de ser guía, se puso en contacto con Essery.

Banoa lleva años organizando excursiones a Yemen, un país al que viajó la vecina de Tolosa Axun Ugarte a finales de la década de los 90.

De Yemen resalta su belleza. «Al principio, pasamos un poco de susto porque todos iban armados con kalashnikov. Luego, vimos que era una costumbre y nos hicimos a la situación», comenta. Si bien reconoce que en algunas zonas existía peligro por el enfrentamiento que grupos tribales mantenían con el Gobierno yemení y que se saldó con el secuestro de numerosos extranjeros, subraya la hospitalidad de la gente y la fisonomía del país y sus pueblos que «parecían belenes de Navidad».

Ugarte conocía bien a Essery a raíz de viajes posteriores con Banoa. Con él coincidió en Mozambique. «Se amoldaba a cualquier ambiente. Era dulce, alegre, muy optimista y buen amigo», destaca.

Por otro lado, Lakua ha convocado para hoy al mediodía concentraciones silenciosas ante las instituciones y la Generalitat decretó ayer día de luto.