Dos nuevos artefactos hicieron explosión ayer en sendas villas desocupadas situadas en las cercanías de la playa de Zenitz de Getaria. Las explosiones se produjeron hacia las siete de la mañana y, según relataron los vecinos sorprendidos por el gran estruendo, fueron de gran potencia. Poco antes, un comunicante anónimo previno telefónicamente a los servicios de los bomberos de la colocación de los artefactos indicando la dirección de las dos casas y apostillando la frase «Euskal Herria ez da salgai» (Euskal Herria no está en venta).

La Prefectura informó de que inmediatamente se pusieron en marcha las medidas oportunas y que se estableció un perímetro de seguridad en torno a las villas, pero las explosiones se produjeron antes de que pudieran intervenir los equipos de desactivación de la Policía. Los propios vecinos confirmaron que la Policía se encontraba ya en el lugar cuando se produjeron las explosiones.

Los desperfectos ocasionados han sido importantes ya que, por lo manifestado por los servicios de bomberos, al menos la mitad de cada una de las villas deberá ser restaurada. Aunque la Prefectura no ha informado sobre el tipo de artefactos ni sobre dónde estaban situados, al parecer estaban instalados en la parte posterior de las villas, que de hecho fue la más dañada según se podía observar.

Además, una hora antes de las explosiones, dos vehículos con matrícula de París resultaron calcinados en la misma localidad labortana.

Dieciocho desde marzo

Con estas explosiones son ya dieciocho los artefactos que desde principios de año han sido colocados en agencias inmobiliarias, casas en construcción o viviendas desocupadas. También alguna oficina de turismo e, incluso, la sede del PS de Baiona han sido objeto de estos ataques que, en ocasiones, han sido reivindicados por un grupo denominado Irrintzi o por comunicantes anónimos. Los ocurridos desde el 31 de mayo no han sido reivindicados, si bien en algunos casos se han encontrado pasquines o pintadas con el lema «Euskal Herria ez da salgai».

La mayoría de estos atentados tienen relación con el problema de la vivienda y se han dado, en particular, en zonas donde el turismo y, por ende, las segundas viviendas y las zonas residenciales turísticas son muy importantes.

Desde hace años, movimientos sociales y políticos vienen denunciando la especulación inmobiliaria que sufren no ya únicamente las localidades costeras, sino también el interior de Lapurdi, Nafarroa Beherea y Zuberoa. La especulación se está extendiendo, incluso, a las zonas rurales donde el precio del terreno agrícola está aumentando de tal forma que los propios baserritarras tienen cada vez más problemas para instalarse.