Más o menos a la misma hora que las agencias de información empezaban a filtrar los nombres de los tres detenidos en la capital bajonavarra -Ekaitz Agirre Goñi, José Antonio Aranibar Almandoz y Aingeru Cardaño Reoyo, identificaciones ya confirmadas oficialmente-, agentes de la Policía francesa arrestaban en la localidad de Saint Thibault-des-Vignes (a unos 30 kilómetros al este de París) a otros dos ciudadanos vascos, cuyas identidades no habían trascendido aún a última hora de ayer. Fuentes policiales se apresuraron a afirmar que ambas operaciones no tienen nada que ver.

La detención de estas dos personas se produjo sobre la medinoche del lunes al martes, cuando agentes de la Brigada Anti- Criminalidad (BAC) que viajaban en un coche camuflado procedieron a parar una furgoneta que, según fuentes próximas a la investigación citadas por las agencias Efe y Europa Press, parecía ir sobrecargada y circulaba «a una velocidad muy lenta». Nada más interceptar el vehí-culo, los dos jóvenes que iban en el interior se habrían identificado como militantes de Euskadi Ta Askatasuna.

Los policías pudieron comprobar que la furgoneta era robada y llevaba placas de matrícula dobladas, y en su interior habrían hallado numerosos enseres domésticos, lo que llevó a las autoridades francesas a considerar que estaban llevando a cabo una mudanza. Además, también habrían encontrado una pistola, detonadores, documentos de identidad falsos -DNIs españoles y carnés de la Guardia Civil-, material informático, un escáner para detectar vehículos policiales y jue-gos de matrículas falsificadas.

Por medio de los documentos incautados en el vehículo, según las mismas fuentes, la Policía pudo localizar horas después la vivienda que ocupaban los dos vascos en la cercana localidad de Champs-sur-Marne, cuyo registro se inició ya entrada la noche después de que llegaran al lugar expertos de la Policía científica. En cambio, al cierre de esta edición los agentes to-davía no habían dado con la casa a la que supuestamente pretendían mudarse.

Los dos presuntos miembros de la organización armada vasca fueron conducidos inmediatamente a las dependencias policiales de Lagny-sur-Marne, también muy próxima a la capital de la República, precisamente para poder estar presentes en la inspección del domicilio.

A su término, estaba previsto su traslado a los locales de la Subdirección Antiterrorista (SDAT), que está a cargo de la investigación junto a con la Dirección Central de la Policía Judicial, bajo supervisión de un juez de Versalles.

La Fiscalía de la AN, en marcha

Estas dos detenciones, según fuentes de la investigación, no estarían relacionadas con las tres registradas en la tarde del lunes en Donibane Garazi, en un operativo en el que habrían intervenido la Policía francesa y la Guardia Civil.

Los agentes interceptaron, también en este caso, una furgoneta -una Citröen Berlingo robada y con placas de matrícula falsas- en la que transportaban, precisaron esas mismas fuentes, 165 kilos de material explosivo -concretamente, 140 de clorato potásico, 16 de azufre y 9 de pentrita-, un fusil de asalto G-3, un rollo de cordón detonante, un detector de emisiones de ondas, dos bombonas de gas, un par de detonadores y herramientas de bricolaje.

Las fuentes policiales indicaron que los arrestos se produjeron cuando esas tres personas -que portarían sendas pistolas y documentación falsa- mante-nían una reunión en los alrededores de la capital de Nafarroa Beherea, en una zona en el que recientemente se habrían encontrado varias bombonas de gas manipuladas, supuestamente, para confeccionar explosivos. El hallazgo provocó el establecimiento de vigilancias que habría desembocado en la operación policial, desarrollada sobre las 18.30. Euskal Telebista señaló que, concretamente, el lugar del encuentro era el camping de Donazaharre.

Varios medios de comunicación especulaban ayer con que uno de los detenidos llegó al citado lugar a bordo de la furgoneta, «que iba a ser entregada a los otros dos miembros de la banda para introducirla en España de forma inminente y cometer un atentado».

Aranibar -natural de Bera-, Cardaño -del barrio bilbaino de Santutxu- y Agirre -del barrio donostiarra de Intxaurrondo- permanecían ayer en la comisaría de Baiona, hasta donde fueron trasladados a las 10 de la noche del mismo lunes desde Do- nibane Garazi.

Nada más conocerse la noticia de estas detenciones, la Fiscalía de la Audiencia Nacional anunció que pedirá al juez de guardia que solicite a las autoridades francesas la cesión de jurisdicción con respecto a los cinco vascos para así poder juzgarlos en el Estado español.

Fuentes judiciales informaron de que, una vez que se «verifique» la identidad de todos los arrestados, el Ministerio Público también instará al juez, en este caso Fernando Andreu, que se encuentra de guardia esta semana, a que pida una comisión rogatoria con toda la información relativa a las operaciones. Igualmente, se dirigirá a todos los juzgados del tribunal especial en los que estas personas tengan causas pendientes para que cursen las correspondientes órdenes europeas de detención.

Actos de protesta

En protesta por estas detenciones y en exigencia de la puesta en libertad de sus convecinos, 70 personas celebraron anoche una asamblea informativa en Santutxu y, posteriormente, llevaron a cabo un corte de carretera que se prolongó por espacio de diez minutos. Por el mismo motivo, para hoy se ha convocado una manifestación que partirá a las 8 de la tarde desde la plaza del Karmelo.

También en solidaridad con Aingeru Cardaño, en Munitibar -donde reside parte de su familia- se movilizaron 100 personas. En Intxaurrondo, fueron 65 los vecinos que se manifesta-ron en apoyo a Ekaitz Agirre y el resto de detenidos, y denunciaron el amplio dispositivo de la Ertzaintza que vigiló de cerca el desarrollo de la protesta. «Nos han estado grabando permanentemente», explicaron.

También denunció la detención e incomunicación de estos ciudadanos vascos Askatasuna, que, por medio de un comunicado de prensa, hizo hincapié en que «debido a esa situación, los familiares de las personas que han sido arrestadas, los abogados y Askatasuna no tenemos ninguna información sobre su identidad y su situación».

Por lo demás, apenas se produjeron reacciones a estas dos operaciones policiales. Únicamente se pronunció el delegado del Gobierno español en Nafarroa, Vicente Ripa, quien aprovechó este hecho para asegurar que demuestra que «los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado no han bajado la guardia y siguen trabajando» en la lucha contra ETA.

En una rueda de prensa en Iruñea para informar del dispositivo de seguridad organizado para sanfermines, Ripa eludió ampliar datos, porque «la investigación sigue abierta y será el propio Ministerio del Interior el que informe», e incidió en que «lo único que quiero transmitir a los ciudadanos es que desde el alto el fuego propuesto por la banda terrorista ETA 101 presuntos terroristas han sido detenidos y 300 presuntos terroristas han sido detenidos desde la llegada al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero».