La Mezquita Roja, que está rodeada por un millar de policías y militares paquistaníes desde hace siete días, fue escenario el martes de enfrentamientos entre los estudiantes islámicos y las fuerzas de seguridad, que se saldaron con la muerte de 30 personas y dejaron 150 heridos, según medios locales.

Antre la gravedad de los hechos, el Ejecutivo de Pervez Musharraf decidió lanzar un ultimátum a los líderes de la mezquita, los clérigos y hermanos Abdul Aziz y Abdul Rashid Ghazi, al decretar un toque de queda en la zona y amenazar con poner en marcha una operación militar si éstos no se entregaban. «Quienes se rindan no sufrirán daños, pero si alguien sale con armas, se enfrentará a las balas», advirtió el vicesecretario de Interior, Zaffar Iqbal Warraich.

En un principio, el Gobierno fijó las 11.00 horas (las ocho en Euskal Herria) como plazo para la rendición de los líderes de la Mezquita Roja y de la escuela coránica anexa, pero a lo largo de la jornada fue ampliando el plazo de forma sucesiva al tiempo que ofreció 61 euros a los estudiantes que se rindieran.

El viceministro de Información, Tariq Azeem, aseguró que la ampliación constante del ultimátum fue un intento de evitar un «derramamiento de sangre», después de que el Gabinete de Musharraf sondeara la posibilidad de llevar a cabo una operación contra la mezquita, y amenazó con «acciones» si no se vaciaban el templo y la escuela.

Presionados por los cortes de luz y agua y por la posibilidad de una intervención del Ejército, alrededor de 750 estudiantes habían abandonado el centro a media mañana en vehículos facilitados por las autoridades, según fuentes oficiales.

Denuncia del Ejecutivo

Mientras, el Ejecutivo de Musharraf anunció que presentará una denuncia por «asesinato» contra los dos líderes de la mezquita. Ambos clérigos, que defienden la implantación de la «sharia» (ley islámica) en Pakistán llamaron el martes a la «yihad» o guerra santa contra el régimen de Musharraf durante los enfrentamientos del jueves, aunque Abdul Rashid Ghazi aseguró a la televisión paquistaní Geo TV que está dispuesto a dialogar con el Gobierno y dejar las armas si éste retira sus tropas y le da garantías.

La crisis estalló cuando las autoridades ordenaron rodear el templo después de que informes de espionaje apuntaran a que sus responsables habían contactado con kamikazes en la región de Waziristán, fronteriza con Afganistán..