El presidente de EEUU, George Bush, ha desoído las críticas provenientes de casi todo el país y no descarta conceder el indulto total al ex jefe de Gabinete del vicepresidente Dick Cheney, Lewis Libby, cuya condena a prisión fue condonada por el máximo mandatario estadounidense el pasado lunes.

«En relación al futuro, no descarto nada», afirmó Bush, que explicó su decisión. «Tuve que tomar una decisión muy difícil; la sopesé con mucho cuidado. Pensé que el veredicto del jurado debía mantenerse, pero sentí que el castigo fue duro, así que decidí perdonar su sentencia de cárcel, pero dejar la multa y la libertad condicional». Libby fue condenado a 30 meses de prisión en marzo por los cargos de «perjurio, falso testimonio y obstrucción de la justicia».

En junio, un juez de distrito le condenó también a pagar una multa de 250.000 dólares.

Libby filtró el nombre de la ex agente secreta de la CIA Valerie Plame en venganza por las críticas que su marido, el ex embajador Joseph Wilson, realizó a la guerra de Irak.

Cuando Bush tomó esa decisión, ya conocía, según «The Washington Post», que era muy impopular. Según una encuesta de Survey USA, el 60% de los estadounidenses rechaza la decisión tomada por su presidente.

Los precandidatos demócratas Hillary Clinton y Barack Obama criticaron a Bush, mientras que el republicano Rudy Giuliani le mostró su apoyo.