El cambio climático afectará más a los países más empobrecidos
La OMS advierte que los efectos del cambio climático, como las olas de calor o las sequías, afectarán más a la salud de los habitantes de los países empobrecidos. No obstante, Greenpeace ofrece un mensaje más positivo diciendo que hay tiempo y tecnología suficiente para hacer frente a este fenómeno global, que aunque «ya está aquí», todavía se puede combatir.
GARA | KUALA LUMPUR
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha declarado en el seminario realizado en Kuala Lumpur que los habitantes de los países más pobres pueden sufrir en mayor medida los efectos del cambio climático como inundaciones y olas de calor.
Hoy concluye este seminario que comenzó el 2 de julio, donde han estado reunidos los responsables de salud de diecisiete países, como China, Camboya, India, Japón, Malasia o Pakistán. El objetivo de esta cita ha sido debatir y apuntar estrategias para prevenir los efectos del cambio climático en la salud de los Países del Sudeste y el Este Asiático.
El coordinador del Departamento de Medio Ambiente y Salud Pública de la OMS, Carlos Corvalán, explicó que las sequías pueden provocar una migración masiva a las ciudades, que saturarían el sistema sanitario.
Las olas de calor podrían extender el hábitat de los mosquitos portadores del virus de la malaria que acarrearían un aumento de las infecciones.
Además, en Asia muchas de las áreas más empobrecidas tienen una ubicación geográfica que se verá más afectada por los cambios del clima ya que sus infraestructuras en el medio rural y las ciudades están menos preparadas, «las inundaciones en las urbes con una canalización deficiente pueden generar focos de agua estancada, donde proliferen los mosquitos que son portadores de enfermedades como el dengue o la malaria».
En opinión del director regional para Asia-Pacífico de la OMS, Shigeru Omi, los ciudadanos son conscientes de los asuntos medioambientales, pero están más preocupados en el desarrollo económico, «si siguen enfocados exclusivamente en el beneficio económico, la Tierra sufrirá».
Desde la OMS advierten del desbordamiento de los lagos en Nepal a causa del deshielo de los glaciares del Himalaya, la proliferación de la malaria en Bután o Papúa Nueva Guinea o de un incremento de inundaciones en la India.
Greenpeace: «Ya esta aquí»
A pesar de esto, el director de Greenpeace, Juan López Uralde, dijo que todavía se está a tiempo, y hay tecnologías suficientes para combatir este fenómeno global, en respuesta al «falso» mensaje de que ya no se puede hacer nada.
López Uralde pronunció una conferencia sobre agua, responsabilidad y cambio climático y señaló que los efectos se aprecian ya en la pérdida de glaciares, en el deshielo del Ártico, la subida del mar o los aumentos de temperatura, y se refirió a la dificultad que suponen estos efectos para la capacidad de adaptación de las especies, «si hoy parásemos al cien por cien todavía se produciría un aumento inercial de la temperatura, aunque sí se pueden evitar aumentos mayores».
Para Greenpeace la responsabilidad es de las partes «interesadas» que transmiten el mensaje de que «aquí no pasa nada», y citó entre éstas a las empresas que desean «continuar quemando petróleo», y que es más adecuado hacer frente al problema con medidas preventivas que «ignorarlo».
Ante esta situación advierten que hay que «evitar que la situación se vaya agravando» y se incide en la importancia de actuar en dos frentes: la mitigación y la adaptación.
Las olas de de calor que está sufriendo el planeta causan numerosas muertes directas tal como demuestran los 70.000 fallecimientos que produjo la que azotó Europa en en el año 2003.
El cambio climático tiene su origen en la revolución industrial y desde entonces se ha producido un aumento de temperatura global de 0,8 grados centígrados y de 1,5 grados centígrados en la península Ibérica.