El portavoz de ERC, Agustí Cerdá, le lanzó el martes una pregunta al presidente del Gobierno español que adquiere plena actualidad a la conclusión del debate en el Congreso: ¿Cuándo se atreverá la izquierda española a tener un modelo de estado diferente al que siempre ha tenido la derecha? José Luis Rodríguez Zapatero ha vuelto a demostrar que, aunque con un ropaje más amable, su modelo de estado unitario dista muy poco del que defiende el PP. De hecho, sus diferencias sobre algunas reformas estatutarias tienen más que ver con tácticas electorales que con cuestiones de fondo. El problema básico se delata en dos afirmaciones de Zapatero: «Los procesos de autodeterminación sólo se han producido en espacios de salida de regímenes dictatoriales» y «si vivimos juntos, decidimos juntos». Ocurre, sin embargo, que cuando el Estado español iba a salir del régimen dictatorial franquista, sus gestores impidieron que se recogiera el derecho de autodeterminación y la izquierda española lo aceptó porque, a pesar de las resoluciones de sus congresos y lo escrito en tantas pancartas, al ser principalmente es- pañola ésa no era una de sus prioridades. Y aunque esa Constitución no tuvo el aval mayoritario en Euskal Herria se nos obliga a «vivir juntos» aunque nunca lo hayamos decidido por nosotros mismos. Es ahí donde Zapatero hace trampa. No «vivimos juntos» nos «obligan a vivir juntos» y, por lo tanto, antes de «decidir juntos» debemos decidir si queremos estar juntos. Si el PSOE hubiera entendido esto, a estas alturas hace tiempo que se hubiera dejado de hablar de otra de las cuestiones que centró el debate en el Congreso: la de ETA.

Y mientras ERC y EA llevaban nuevamente a las Cortes la reclamación del derecho a decidir, el PNV se limitaba a un debate sobre cuestiones de transferencias, lo que también resulta significativo. Por un lado, porque indica en qué sintonía de onda se encuentra el PNV. Y, por otro, porque sirvió para ver que también en esta materia el Gobierno de Zapatero -como indicó Erkoreka- tiene un proyecto muy similar al que dejó Aznar.