Gureak creó 200 empleos para discapacitados en 2006 y se implantó en el sector servicios
GARA |
El Grupo Gureak, dedicado a la inserción laboral de personas discapacitadas en Gipuzkoa, generó 200 nuevos empleos en 2006, 87 de ellos minusválidos que se incorporaron al mercado de trabajo ordinario, y logró una mayor implantación en el sector servicios, aunque ésta se redujo en el industrial, tal y como señalo el director y presidente de este grupo, Iñaki Alkorta, ayer, en Donostia.
Según Alkorta, hasta final del pasado año la plantilla de Gureak estaba conformada por 3.672 personas, el 56% de las cuales tenían discapacidades síquicas y el 29% físicas o sensoriales. El director de la entidad dijo que «los datos relevantes de la situación de la empresa se refieren a las personas, porque éstas son el motivo del quehacer de Gureak», aunque la cifra de negocio también fue «importante», y recordó que en 2006 la entidad obtuvo unos ingresos de 82,8 millones de euros.
Alkorta agregó que las actividades relacionadas con el sector servicios, como la jardinería, la lavandería o el mailing, fueron «las más activas» y lograron un «dinamismo importante».
Las ocupaciones industriales, por contra, sufrieron «más fatigas» y su mantenimiento es «más difícil», explicó Alkorta, para justificar que las actividades del grupo hayan evolucionado hacia el sector terciario.
Entre los proyectos emprendidos en 2006, destacó el servicio de plastificado y paquetería Gupack, que generó empleo para 46 discapacitados, y la creación de la estación de servicio de Guregas Carburantes SL en Legorreta, así como a la floristería Loraldi inaugurada en Donostia, además de las inversiones para mejorar las infraestructuras de los talleres de Tolosa y Lasarte-Oria.
Reseñó el éxito de la fundación Kutxa Zeharo, puesta en marcha con la Kutxa en 2004, que el año pasado contribuyó a la integración laboral de 523 personas con dificultades de inserción.
Uno de los «mayores problemas» a los que se debe enfrentar Gureak es, según su director, el «envejecimiento prematuro» y la «pérdida de habilidades» de sus empleados, para lo que la entidad puso en marcha centros de actividades diurnas en Arrasate, Ordizia y Donostia, en los que se presta asistencia a este colectivo.