El Tribunal de Apelación de París ha declarado contrario al derecho internacional el Contrato de Nuevo Empleo, por considerar que no es razonable el plazo de dos años que otorga a las empresas para despedir sin motivo a los empleados. Considera el tribunal francés que ese plazo acarrea una regresión respecto a los derechos reconocidos en el Convenio 158 de la Organización Internacional del Trabajo, que fue ratificado por el Estado francés. Esta reforma laboral que llevó a cabo el anterior Gobierno dirigido por Dominique de Villepin generó una amplia respuesta social, con huelgas y movilizaciones en todo el Estado francés, por lo que esta decisión de la judicatura, aunque no es definitiva, ya que aún quedan otras instancias judiciales ante las que el Ejecutivo francés puede recurrir, supone un espaldarazo a las reivindicaciones de los sindicatos. El Gobierno de Villepin tuvo que retirar otro o o contrato, el CPE, por las movilizaciones, pero siguió adelante con el que ahora rechazan los tribunales. Nicolás Sarkozy ha anunciado su intención de sustituir todas las modalidades de contratación por un contrato único; un viaje que tal vez no sería necesario si alguna vez se escuchara la opinión de la mayoría social que, al menos en este caso, se expresó alto y claro.