Por primera vez en mucho tiempo los franceses pueden soñar hoy con una victoria en su día de fiesta nacional en una etapa de montaña. Las mayores esperanzas las tiene el AG2R, su equipo más poderoso con corredores que han tenido muchos problemas para hacerse un hueco en el profesionalismo.

Al margen de su líder Christophe Moreau, que ya explicaba el pasado domingo en GARA que le atrae más ganar una etapa de montaña que la general, AG2R tiene otros tres ciclistas que pensaban disputarla en la salida. Y los tres han sido despreciados por el ciclismo francés. Dessel, séptimo en el pasado Tour, ya ha quedado descartado tras perder el jueves 11.15. John Gadret, especialista en ciclo-cross, tuvo que pasar a profesionales en Bélgica cuando estaba cerca de los 26 y Sylvain Calzati necesitó ganar el Tour del Porvenir en el 2004 con el modesto RAGT para llamar la atención de los mejores equipos ciclistas de su país. Incluso cabe dudar de si Calzati seguiría en el ciclismo si no llega a mediar su victoria de etapa en un Tour que no iba a correr. Sólo una lesión de Ludovic Turpin le permitió correr a última hora. Acababa contrato y aquel triunfo le permitió recibir todas las ofertas que no recibió antes.

Para entender el poco ojo de los equipos franceses, Calzati señala en su entrevista a GARA que «en el ciclismo francés hay muchas cosas raras. Muchos corredores pasan a profesionales y a los dos años vuelven a aficionados y pocos me han llamado a mí cuando he demostrado que tenía un nivel para ser un buen corredor. Ganaba carreras en amateur y no me llamaban».

Por eso tuvo que pasar en el 2003 con el Barloworld sudafricano antes de ir en el 2004 al RAGT, para llegar al AG2R en el 2005. Calzati piensa que «quizás no me llamaban porque tengo un carácter fuerte y cuando hay que decir mierda lo digo. Eso no gusta a los equipos. En Francia para ser profesional hay que decir sí todo el tiempo, no se puede discutir nada y eso no es bueno. Las cosas hay que discutirlas para progresar. Y muchos equipos franceses me querían el año pasado... Eso me hace sonreír».

Un corredor ambicioso

Demuestra una gran confianza en sus posibilidades tras su victoria de etapa del pasado año: «Tengo un buen nivel y espero progresar. Este año en el Tour quiero hacer algo grande. Mi objetivo quiero guardármelo para mí, pero quiero disputar la general y lograr algo fantástico. Tengo un nivel que me permite subir los puertos bien, voy rápido en el llano, soy polivalente y tengo la referencia del año pasado. Con todo lo que trabajé para los líderes, ganar una etapa y acabar el 34 demuestra que puedo disputar la general en el futuro. Tengo que ser más constante para llegar a ese objetivo».

Avala su esperanza también en el Tour del Porvenir que ganó: «Ves el palmarés y están Indurain y muchos buenos corredores que han demostrado su nivel en el Tour después. Yo también quiero confirmarlo. Tengo 28 años y se verá en este Tour y el siguiente si puedo hacer algo en la general o no».

A diferencia de sus compañeros no da tanta importancia a su etapa del Tour: «Por ella han cambiado muchas cosas para mí. Mi salario y mi estatus. Ahora soy uno de los líderes del equipo y todo el mundo me habla de esa victoria, pero para mí no es tan importante donde he ganado. Ganar en el Tour es lo mismo que en el País Vasco».

Entiende que Ag2R tiene en el Tour «un buen equipo y ahora no hay que reivindicar el rol de líder a cualquier precio. El líder es Moreau y nuestra ventaja es que no tenemos que llevar el peso de la carrera y contamos son otros tres ciclistas como Dessel, Gadret y yo para dejarnos ver».

Entiende que ciclismo francés recupera terreno en la medida que se persigue al dopaje: «Durante años se decía que ésa era una excusa del ciclismo francés, que no nos entrenábamos, que comíamos mucho... Pero con todos los affaires que salen se demuestra que teníamos razón y se ven los frutos de nuestro trabajo. Todos los casos que salen son malos para el ciclismo actual, pero buenos para el futuro. Que los españoles hayan recibido un gran golpe es bueno y hay que ir hasta el final».

Del ciclo cross al Tour

El caso más excepcional es el de John Gadret, un especialista en ciclo cross que no pasó hasta el 2005 a profesionales con el Chocolats Jacques. Gadret explica que «comencé en el ciclocross y vine a la carretera muy tarde porque no había equipos profesionales que me querían fichar. Era conocido en ciclo-cross en Francia, pero tuve que pasar en Bélgica, donde hay más afición a mi especialidad. Con ellos he empezado en carretera y cuando el Chocolats Jacques venía aquí en la Copa de Francia terminé quinto en la general e hice cuarto en el campeonato de ruta cuando era el único francés de mi equipo. Todos los franceses tenían muchos corredores en la salida y al final fui cuarto y así se empezaron a interesar por mí y me surgió la posibilidad de fichar por el AG2, que me ha hecho un hueco y me ha dado mucha confianza».

Sin embargo, su confirmación llegó en el Giro del pasado año, en el que subió los puertos más duros con los mejores. «Pensaba que subía bien, pero estar con los mejores en las subidas fue una gran sorpresa para mí. Demostré que era un gran escalador y eso me ha permitido ganarme una plaza para el Tour y me hace estar muy contento por poder debutar en esta carrera».

No pudo terminar ese Giro por una caída cundo optaba a una buena plaza, pero se ganó la confianza del equipo, que le ha pedido que haga menos ciclo cross y se centre más en la carretera para ser uno de los hombres fuertes en el Tour.

«Para un francés es un sueño disputar la mejor carrera del mundo. Mi objetivo es ayudar a mis compañeros y meterme un día en una escapada para hacer una buena etapa de montaña. Pienso disputar la general, aunque hay que ayudar a Moreau y Dessel. Debo asumir mi papel de coequipier, pero tengo 28 años y es una buena edad para demostrar mi nivel como escalador», dice Gadret, que quiere acabar su primera grande tras retirarse en sus dos Giros.

Tiene marcada la etapa de hoy desde hace meses: «La primera jornada de montaña un 14 de julio es especial para los franceses. Conozco bien la etapa porque en invierno voy a esquiar allí, conozco muy bien los puertos y la etapa y es el objetivo que está en mi cabeza desde que vi el recorrido. Además es un buen día para conseguir puntos para el maillot de la montaña, que también es otro objetivo mío. Quizás no tenerlo hasta el final, pero llevarlo algún día en mi vida sería maravilloso».