Espectáculo sobre hielo
«Patinazo a la gloria»
M. I. | DONOSTIA
La imparable trayectoria cómica de Will Ferrell parece concentrarse en un repaso a las distintas disciplinas deportivas, iniciado con el automovilismo en «Pasado de vueltas» y que continuará con el baloncesto en la próxima «Semi-Pro». En medio le ha tocado al patinaje artístico, modalidad que, por culpa de los trajes ceñidos de lentejuelas y la música hortera que acompaña las evoluciones de los patinadores, se presta a la parodia.
La idea de crear el primer divertimento con una pareja de patinaje masculina se les ocurrió a los hermanos Cox, y mandaron el guión a la productora de Ben Stiller, que no dudó en ponerlo en marcha de inmediato. Para acompañar a Will Ferrell pensó en el prometedor John Heder, descubierto en la película de culto «Napoleon Dynamite». El chico es mormón y lleva camino de especializarse en tíos raros, aunque aquí por los menos no está solo frente al peligro. Bromas al margen, ambos tuvieron que trabajar duro para aprenderse las coreografías sobre la pista de hielo, más aún cuando lo que se pretende es hacer reír con locas caídas y piruetas extrañas.