Raimundo Fitero
Gestos
Dos noticias nos dejan con el ánimo encendido. Dos noticias que se refieren a cadenas de titularidad pública, en Alemania y en Inglaterra. Dos noticias que tienen que ver con el fraude y el juego sucio. Dos noticias que colocan a los entes públicos como abanderados de una ética, posiblemente se trate de dos noticias que simplemente reflejan dos gestos tomados por los directivos de las cadenas, pero que nos ayudan a reabrir el debate sobre las prácticas de aleccionamiento desde las televisiones públicas.
Una noticia tiene que ver con el ciclismo y con el positivo dado por un corredor alemán que, precisamente, no está en estos momentos en el Tour por un accidente ocurrido fuera de la carrera. Al saber los dos canales alemanes públicos de ese positivo han decidido no retransmitir en directo la carrera, realizar el apagón informativo como medida, gesto, postura, actitud ante el hecho y en busca de un acto que manifieste sin contemplaciones ni cinismo su apoyo al deporte limpio de ayudas especiales.
Esta decisión tiene un valor interno: el mensaje que se lanza a los ciclistas, lo que tiene de ejemplarizante, pero es también una amenaza porque los esforzados de la ruta sin televisión no podrán comprarse ni parches sor Virginia, así que la cosa, de ser secundada por otras televisiones pondría al ciclismo al borde del colapso económico. Pero seguramente no sucederá nada más, ¿o alguien se cree que TVE va a buscar ética donde tiene rentabilidad económica y de audiencias? No están maduros los entes públicos para colocarse ese listón de rigor.
La otra noticia nos habla del fraude en los concursos a base de votaciones populares por telefonía o por sms. Hasta en ocho programas se han detectado, como todos sospechamos, arbitrariedades y fraudes, por lo que la BBC ha prohibido que se utilicen ese tipo de sistemas de votación, lo que representa un problema económico, pero un acto de regeneración, un gesto otra vez, pero político, porque no se puede estar constantemente haciendo creer a los pobres ingenuos televidentes que sirven sus llamadas para algo más que para enriquecer a algunos. Esta medida sí que se podría emplear por estos lares y esperemos que se lo piensen.