Decepción en el Estado francés por la decisión de Bruselas sobre la anchoa
GARA |
El director del Comité de Pesca del puerto de Donibane Lohizune-Ziburu Serge Larzabal manifestó ayer que los pescadores labortanos no se han sorprendido por la decisión de Bruselas de mantener la veda de la anchoa en el Golfo de Bizkaia, ya que las evaluaciones científicas, incluso las francesas, la hacían previsible. Añadió que los bolincheros vascos, «aguantarán mejor que los pelágicos de Vendée y Bretaña, siempre y cuando reciban las indemnizaciones anunciadas» (15 millones de euros, según el Ministro de Pesca, Michel Barnier). Por su parte, el Gobierno de Lakua expresó a la Comisión Europea la satisfacción por la decisión que se atiende la demanda de los informes científicos contrarios a la apertura de la pesquería de la anchoa.
Lakua agradeció «la firmeza mostrada, en esta ocasión, frente a las presiones contrarias al mantenimiento del cierre de la pesquería».
«Sentencia de muerte»
El Gobierno francés, sin embargó lamentó que la Comisión no haya tenido en cuenta «la dimensión económica y social» de esa decisión y, aunque no se refirió a los informes científicos, aseguró que la recomendación para seguir con la veda «no está suficientemente asentada». De hecho, consideró que el riesgo para el caladero era «mínimo» si se hubiera autorizado la solicitud de París para reanudar, durante tres meses y de forma muy controlada, la captura de unos 4.000 toneladas de anchoa. La presidenta del comité de pesca de La Turballe, Dominique Lebrun, llegó a hablar de que se trata de «una sentencia de muerte». Afirmó que la decepción era tal que los pescadores, «desesperados», no van a movilizarse.