Josu Imanol Unanue Astoreka Activista social
Energía veraniega
Estoy aburrido de un verano donde los que nos hablaron del cambio se han visto silenciados con la evidencia de que aquí ni se decide ni se decidirá, como todos sabemos y bien explica el gran pensador Josu Jon, porque hace falta encandilar a la España sedienta de la conquista del Norte.
Con la intención de romper la monotonía busco el apoyo televisivo y en Teleberri me hablan del aniversario del cierre de «Egin» con la misma frialdad que mezclan los atentados diarios de Irak con el bautizo de la futura infanta de no sé dónde, las corridas de toros y los alcahueteos de la vida ajena. Nada serio para pensar.
Y como el pensamiento propio no interesa, nos hablan del gesto de proteger las cercanías de Praileaitz. Esta actuación al borde de la locura, en cualquier otro país habría supuesto un alzamiento, pero estamos bien adoctrinados en el País de «Euskadi ven y cuéntalo» (versión autóctona de Alicia en el país de las maravillas), y es que en el ligoteo con el sur español el ninguneo de la propia historia es un objetivo. A eso, en clave autonómico-reivindicativo-oficial, se le llama «respeto a la cultura propia».
Este verano se me van las energías viendo que todo sigue igual, porque siguen burlándose de nosotros y sin respetar la voluntad de este pueblo. Eso sí, lo del arzobispo Sebastián, uno de mis favoritos cómicos, en procesión descalzo y con el cristo de verdad, ya sabéis, con sangre y clavos, me ha resultado por lo menos llamativo.
Pero para energías la de los políticos: Regina, como su nombre indica, sintiéndose reina de un trono que no le corresponde, con ejército propio y todo; los de Nafarroa como antes; los de ANV, esos brutos independentistas, rojos, masones... con la reivindicación de que se respete la voluntad popular -éstos no se enteran de lo que pasa con TAV, Itoitz, puertos deportivos... ¿en qué país viven?-; los del PNV con más marejada interna que en una galerna; los de IU con la ilusión de miles o millones de casas para sortear... Aunque algunos ajustes de última hora nos alegran la vida, viendo que los que hoy sirven para presidir una Diputación mañana sirven para gestionar un puerto, impulsar un fichaje rojiblanco o una candidatura futbolera con gente del PP, medios de comunicación afines... ¿es el verano y las gafas de sol que nos impiden ver y pensar?
Además, aquí está el cambio climático y los ecologistas metiendo miedo, nos dicen que las pobres medusas que vendrán son un efecto de lo del incumplimiento de Kioto. Yo, previendo una catástrofe de picores, me he comprado un neopreno barato en uno de estos monstruos llamados centros comerciales que ahogan a las pequeñas empresas. A mí me importa un pito que en su elaboración hayan estado recién nacidos trabajando las 24 horas del día, porque si todo esto fuera en contra de los Derechos Humanos al igual que en las torturas, la situación de los presos, la igualdad de genero, etc., los gobernantes del país que ya han firmado muchos manifiestos lo hubieran evitado, ¡cómo no!
A lo que iba, mucho refrigerio, protección y aguante a los listillos que nos intentan ligar con su España ideológica. Nos hará falta mucha energía para aguantarles.