A qué hora se puede quedar con alguien en un domingo deportivo, super deportivo o ultra deportivo? Yo diría que es imposible una cita. En todo caso entre la misa y el vermú. Después, imposible. Los coches, los otros coches, las bicis, la pelota, las traineras, el tenis y las presentaciones de los clubes de fútbol, las motos, el golf y algunas disciplinas más que nos olvidamos por pudor. Así no hay manera. Así la familia no reza unida, no navega unida ni hace la barbacoa unida. Todos convocados en estancias diferentes con sus deportes preferidos conectados en la radio, la tele o los mensajes locos.

Con todas las emociones, los triunfalismos, las estrategias, los sueños y las ilusiones desatadas, sonando los himnos que quieran, la verdad es que todavía estamos en Jueves. No es que se hayan pasado de manera olímpica en su actitud reaccionaria ante una portada de una revista de humor, sino que intentan justificar lo injustificable. Y como acostumbra a suceder, han convertido una portada, en la Portada. Un chiste de humor grueso, en una estampa de la estulticia legislativa con aroma tardo franquista y en un cromo para luchar de nuevo por la libertad de expresión. Y de paso en la portada más vista de la historia de esa revista, y que, suponemos, la próxima semana volverá a los kioskos para volver a ser récord de ventas y seguirán metiéndose, por higiene democrática, con quienes han sobrepasado cualquier norma lógica. Porque si alguien se siente molesto, si se siente ofendido en su honor, que vaya a los tribunales, pero lo de secuestrar publicaciones de manera automática desde la Fiscalía y los jueces es cosa muy fea.

Los mismos que se lanzaban a criticar a Chávez por cerrar una cadena de televisión golpista, ahora aplauden esta medida desorbitada porque lo único que ha hecho es reírse de lo risible. Pero de repente se han quitado la careta y hay cosas intocables, como en tiempos feudales. Y eso no es democracia, eso es papanatismo y reacción. Necesitan una cita con el asesor en sentido común. O apuntarse a un cursillo de verano para entender lo que es la libertad de expresión. Da miedo comprobar que les da miedo la risa.