LA JORNADA Gonzalo Martínez Corbalá 2007/7/23
Nuevos límites al Congreso de EU
(...) El presidente estadunidense tiene en realidad dos frentes de lucha igualmente desesperados y con pocas posibilidades de triunfo: uno en Irak y otro en Estados Unidos, puesto que no se trata solamente, como él supone, de ser grato a la opinión pública de su propio país, valiéndose como medio de evaluación de las encuestas nacionales.
El problema es de mucho más fondo, y no se refiere solamente a estos dos frentes de batalla, sino que por lo menos podría tomar en cuenta a la opinión internacional, que se ha reflejado en el caso del Reino Unido de la Gran Bretaña, en la forzada salida de su aliado principal en el momento de la invasión en que se desencadenaron las hostilidades aun en contra del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, en aras de una aparente urgencia y un gran peligro, que supuestamente representaba la existencia de armas de destrucción masiva, que no solamente nunca fueron encontradas hasta la fecha, sino que en la actualidad ya no están dentro de las prioridades que el propio mandatario anuncia como esenciales en la estrategia para Irak.
Un ejemplo de esto es que actualmente se dice que la máxima prioridad en la guerra contra Irak es proteger a su población, lo cual no sólo suena absurdo, sino que lo es realmente, por lo que no le ha sido posible al presidente convencer con este argumento a nadie en su propio país, aunque en un esfuerzo por darle sustento a esta estrategia explica que han lanzado una ofensiva tanto dentro como alrededor de Bagdad en la cacería de quienes Bush califica como extremistas: «Para conseguir más tiempo para las fuerzas iraquíes y desarrollar una vida normal, y para que la sociedad civil se arraigue en comunidades y caseríos a lo largo de todo el país». (...)