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Raimundo Fitero

El gato

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Dicen que siete vidas tiene el gato, pero hay un gato, uno sólo, que aparece mucho por la televisión porque, además de sus vidas, tiene el don de la muerte, es decir que es capaz de vaticinar la muerte de los ancianos con los que convive. Aseguran las noticias que hasta a veinticinco personas les ha anunciado la visita de la parca. ¿Cómo opera este felino de la predicción? Pues parece que se acurruca cerca del señalado durante horas y días hasta que sucede el óbito. Nos añaden las informaciones que la comunidad científica no acaba de encontrar las explicaciones empíricas para esta actitud, pero que empiezan las investigaciones.

Uno diría como entrante frío, que a falta del monstruo del lago Ness, bueno está el gato del muerte. La noche del viernes el noticiario de Pedro Piqueras arrancó con esta noticia y claro está, con las imágenes del gato, un gato común algo rechoncho, que se pavonea exultante delante de las cámaras, que mira a sus observadores y se deja mirar con aires de estrella de rock. Uno tiene el convencimiento que si se abre una edición de noticias con el gato, el resto de la escaleta informativa la podría completar el becario de «Aquí hay tomate». Lo digo en positivo, para que le dé algo de contenido.

Estamos ante un gato que ha entrado en la categoría de los videntes televisivos, que debería estar sentado en algún programa del corazón, como lo hizo Aramís Fuster que banaliza con la depresión y el suicidio de manera patética, grotesca, intentando convencer a todos de que su supuesto suicidio iba en serio, pero que ha fallado. Que le pongan el gato en la cama y asunto resuelto. Eso sí, cobrará el gato por participar en el programa.

¿Qué vamos a hacer ahora con los gatos domésticos, esos seres que se nos acercan cuando les da la gana y se acurrucan siempre buscando el contacto? ¿Vamos a estar midiendo el tiempo que pasa a nuestro lado? ¿Vamos a entrar en un obsesivo estado paranoico contemplando dónde se para el gato, a quién señala? Yo me imagino que los ancianos de la residencia donde campa el gato chivato se dedicarán a darle patadas y bastonazos para que no se quede a su lado. ¿Será una reencarnación?

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