El Tour pide la dimisión de los responsables de la UCI y un «cambio total» en el ciclismo
Persiste la lucha en las altas esferas del ciclismo. El presidente de la sociedad organizadora del Tour, Patrice Clerc, pidió ayer la dimisión de los responsables de la Unión Ciclista Internacional (UCI), al tiempo que hizo un llamamiento para un cambio total en el modo de actuación del ciclismo.
Clerc culpó a la UCI del ambiente de crisis que ha rodeado a la actual edición del Tour y acusó a sus dirigentes «o bien de su incompetencia o bien de querer dañar al Tour». En un paso más en su declarada guerra al presidente de la UCI, Pat McQuaid, el responsable del Tour le acusó de «falta de claridad, transparencia, profesionalismo y de inconsistencia» y de «hacer cálculos maquiavélicos e irresponsables por los que tendrán que rendir cuentas».
«En cualquier caso, su única salida es la dimisión. De lo contrario, lo que persiguen es dañar al Tour», afirmó Clerc, que señaló que no pretenden romper lazos con los poderes deportivos, sino con los actuales gestores de la UCI.
El Tour culpa a los responsables de la UCI de no haber avisado antes del inicio de la ronda de que el danés Michael Rasmussen se había saltado dos controles antidopaje por sorpresa, motivo por el cual el ciclista fue excluido por el equipo Rabobank cuando tenía el maillot amarillo. También considera que el positivo de Patrik Sinkewitz en un control anterior al inicio del Tour se conoció demasiado tarde, lo que permitió al corredor del T-Mobile tomar la salida. «Todo esto podría haber sido evitado», indicó Clerc, furioso con las «carencias y omisiones» de la UCI.
Clerc indicó que el Tour no quiere volver a vivir una edición marcada por los casos de dopaje, por lo que apeló a una reforma del ciclismo que, dijo, «no puede estar pilotada por los actuales responsables de la UCI».
Además de los responsables de la UCI, Clerc se mostró duro con «los corredores que pretenden herir al Tour»; una «minoría» según dijo.
Asimismo, aseguró que en los próximos meses reunirá a todos los actores del ciclismo «que tienen voluntad de cambio» y dijo que las conclusiones de ese encuentro serán anunciadas en octubre, en la ceremonia de presentación del próximo Tour.
El director del Tour, Christian Prudhomme, por su parte, afirmó sentirse «traicionado» por la UCI, que le había prometido «luchar al cien por cien contra el dopaje» pero que han fracasado.
«No hay que confundir a la UCI con un puñado de gente que ha confiscado el poder y que lo ejercen de forma incompetente o que quieren dañar al Tour», dijo Prudhomme.
El alemán Andreas Klöden afirmaba ayer que no descarta abandonar el ciclismo como profesional a consecuencia del escándalo de dopaje que está empañando el Tour, del que su equipo, el Astana, ha sido retirado.
En una entrevista con el diario «Bild», Klöden dijo que está «hundido», que apenas puede dormir y que tiene dificultades para explicar a su hija por qué está en casa si el Tour aún no ha terminado.
«Es posible que lo deje todo. Temo que se criminalice el deporte, que todos terminaremos en la cárcel. ¿Qué pasará si alguien me pone algo en la ensalada? Daré positivo y me llevarán a chirona. No quiero que eso suceda, tengo familia. Esto es una locura», sostuvo.
Klöden negó que cuando formaba parte del equipo Telekom estuviera al corriente, como ahora se le acusa, de que se practicaba dopaje.
«Yo tenía entonces 21 años, era el corredor más joven del equipo y faltaba el factor confianza. Nunca me enteré de nada», declaró.
El teutón también se refirió a la lucha por el poder que viven la UCI y el ASO y denunció «intrigas» en el Tour.
Klöden cuestionó el procedimiento de los controles de dopaje y la veracidad de los resultados positivos, pues «hay cosas que no entiendo, que simplemente no encajan. Kessler y Vinokourov competían por la victoria y sabían que serían controlados. Ninguno es tan idiota como para arriesgarse. Nadie lo haría», declaró.
«Cada organización desea lo peor a la otra. Hay mucho dinero de por medio. De lo que se trata es de dinero», terminó.
Christian Prudhomme, director del Tour, desmintió ayer que el colombiano Mauricio Soler hubiese dado positivo en un control antidopaje, rumor que se extendió el viernes. «El presidente del jurado no ha comunicado ningún positivo» dijo, y lanzó un llamado a la responsabilidad de los periodistas.
Patrice Clerc se negó ayer a comentar lo publicado por el vespertino «Le Monde» que relacionaba a Alberto Contador con la «Operación Puerto». «No tengo ninguna información», dijo, a la vez que señaló que Contador no podía ser relacionado con Eufemiano Fuentes.
El presidente de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), Richard Pound, manifestó su intención de duplicar la sanción por el primer caso de dopaje, que pasaría de los dos años a cuatro. En una entrevista en «Le Figaro», Pound señaló que quiere llevar esa reforma al consejo de la AMA en noviembre.
Los primeros clasificados en la general del Tour pasaron ayer controles sanguíneos antes del inicio de la contrarreloj que se disputa entre Cognac y Angouleme, de 55,5 kilómetros, según fuentes de la organización. No hubo ningún «no apto».
El contraanálisis practicado a la muestra B de Alexandre Vinokurov dio también positivo, indicó ayer una fuente próxima al caso. Expulsado del Tour el pasado día 24 Vinokourov asegura que nunca ha recurrido al dopaje. «Siempre respetado las reglas. Habría que estar loco para hacer lo que me acusan de haber hecho», afirmó.