La izquierda abertzale reiteró ayer que en las negociaciones llevadas a cabo en el santuario de Loiola el pasado otoño entre interlocutores del PSOE, del PNV y de Batasuna no se alcanzó un acuerdo de base por la falta de concreción a la hora de abordar los dos nudos que retroalimentan el conflicto político: el derecho a decidir y la territorialidad. Al respecto, la izquierda abertzale considera que en Loiola «se habló en términos que no cerraban las puertas a nuevas chapuzas particionistas; las puertas quedaban abiertas para llegar a acuerdos que no resolvieran los nudos del conflicto: la articulación territorial y el derecho a decidir».

Tanto el grupo Noticias como el grupo EiTB daban cuenta ayer de que en las conversaciones a tres bandas desarrolladas en el santuario de Loiola consensuaron «un acuerdo de mínimos» que finalmente no se alcanzó porque, según la versión de estos grupos de comunicación, fue la izquierda abertzale el que lo frustró. Cabe recordar que el diario GARA ha venido dando cuenta de los avances y retrocesos habidos en el proceso político, en el marco del cual se encontraban las conversaciones de Loiola. De manera extensa, GARA publicó los pormenores de las conversaciones de Loiola (información que reproducimos en la página siguiente).

El grupo EiTB, por su parte, remitía la información sobre las negociaciones de Loiola a un documento transmitido en distintas asambleas internas del PNV, mientras que el grupo Noticias no se hacía eco de sus fuentes, aunque todos coincidían en reprochar a la izquierda abertzale el que no se hubiera alcanzado un acuerdo.

No se abordaron los dos nudos

Según la versión de los grupos comunicativos mencionados, las negociaciones se frustraron «al introducir Batasuna modificaciones de calado en el último momento».

No obstante, la izquierda abertzale volvió a reiterar que en Loiola no se logró ningún acuerdo por la falta de concreción que imperó en las conversaciones mantenidas. «En la experiencia negociadora de Loiola se habló de Euskal Herria como nación, del derecho a decidir, de todos los proyectos, de órganos institucionales comunes... De todo esto se habló, pero sin ninguna concreción», afirmó la izquierda abertzale saliendo al paso de las citadas publicaciones.

La izquierda abertzale añade que «se habló tan en abierto, que tenía el riesgo de quedar en una simple declaración de intenciones que no se concretaran en actuaciones que cambiaran realmente la situación». Señala que los términos empleados abrían las puertas a un pacto que no resolvería el conflicto, por una sencilla razón: porque se eludió llegar a acuerdos que abordaran los dos nudos: territorialidad y derecho a decidir.

Es por ello que la izquierda abertzale apostó «por un acuerdo concreto, que concretara el escenario final y marcara la hoja de ruta para alcanzarlo». Además, trae a colación que la experiencia de Loiola no fue la única, ya que continuaron en la tarea de alcanzar un acuerdo «hasta el último momento, incluso en la propia campaña electoral». Explican que lo hicieron por «responsabilidad política» y por compromiso «con nuestro pueblo y la aspiración de dar una salida justa y negociada al conflicto, una constante en nuestra trayectoria».

Dicho esto, añaden que presentaron una propuesta para un marco democrático al que «sin ofrecer alternativas o responder sobre los problema que le veían», tanto el PSOE como el PNV dieron un portazo, «prefiriendo atrincherarse en la mera reforma autonómica de los marcos actuales, en una receta que ha demostrado su esterilidad para solucionar el conflicto y su potencialidad para alimentarlo».

Entre las reacciones habidas al respecto de las publicaciones sobre las conversaciones de Loiola, el portavoz del PNV en el Congreso español, Josu Erkoreka, acusó a la organización armada ETA de «desautorizar a Batasuna» cuando, según el portavoz jeltzale, ésta había dado el beneplácito a un documento «que ya se daba por finiquitado».

Erkoreka, además, advirtió a ETA de que «probablemente, las condiciones en las que cualquier Gobierno pueda entender un nuevo proceso de diálogo para hacer efectivo el fin de la violencia serán más rigurosas y más exigentes que las que se han dado hasta el momento».

El parlamentario del PSE, Oscar Rodríguez, por su parte, reprochó a la izquierda abertzale que «le faltó valentía» ante la organización ETA, pero aseguró que «hoy estamos mucho mejor que ayer, que hace cuatro o cinco años». El Partido Popular también salió al paso de las publicaciones, y tildó de «escandaloso» que el PSOE «alcanzara consensos que se montó con ETA y con el PNV».