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El «fenómeno Elvis» muestra una inusitada vitalidad treinta años después

Hoy se cumple el trigésimo aniversario de la muerte de Elvis Presley y la figura de aquel muchacho de familia humilde que cambió la historia de la música popular sigue despertando el fervor del público y, por supuesto, siendo objeto de negocio. Si el volumen de éste es significativo de algo, no es de extrañar que Jack Soden, responsable de la empresa que gestiona todo lo relacionado con la imagen del Rey, diga que «el fenómeno Elvis es mayor que nunca».

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GARA | MEMPHIS

Si Memphis, la localidad donde se encuentra Graceland, la mansión donde Elvis falleció aquel 16 de agosto de 1977, es el termómetro del fervor popular por la figura del cantante, habrá que concluir que éste no sólo no mengua, sino que incluso crece a medida que pasa el tiempo. Prueba de ello es la vigilia con velas de esta madrugada, en la que estaba previsto superar la cifra de los 50.000 participantes que se reunieron hace cinco años, con ocasión del vigesimoquinto aniversario.

Memphis, desde luego, desbordada por miles de seguidores de Elvis, reverencia estos días sin ningún recato a su rey a través de decenas de actos. Entre éstos destaca el concurso de imitadores de Elvis, denostados hasta ahora por los guardianes de la rentable imagen del cantante. Pero con una nueva empresa, CKX, al frente de un negocio que genera unos 40 millo- nes de dólares anuales, los responsables de Graceland han dado el brazo a torcer, aunque, eso sí, han puesto muy alto el listón a la hora de seleccionar a los concursantes. El ganador, o sea, quién es «el Elvis definitivo», es algo que se conocerá el viernes, al final de una semana que también ha acogido la Expo Elvis, más de 3.000 metros cuadrados de espacio comercial repletos de los objetos más variopintos con la imagen del cantante.

En lo que a la música respecta, lo más destacado es el concierto de hoy en el FedExForum, que contará con la «presencia virtual» de Elvis, quien interpretará algunas de sus baladas más emblemáticas a través de una pantalla de vídeo y contará con el acompañamiento en directo de una orquesta, integrada por algunos de los músicos que le acompañaron en sus giras.

Asimismo, Lisa Marie Presley, única hija del artista, lanzará una nueva versión de la mítica «In the Ghetto». La voz de Lisa Marie se ha añadido a la versión original, publicada por Elvis en 1969, y en el vídeo se entremezclan imágenes de padre e hija.

Jack Soden, consejero delegado de Elvis Presley Enterprises, filial de CKX, asegura que «el fenómeno Elvis es mayor que nunca». Y los encargados de rentabilizar ese fenómeno están decididos a hacerlo crecer aún más. Así, en los próximos años está prevista una inversión de cientos de millones de dólares en Graceland y sus alrededores para construir un nuevo centro turístico, un hotel con 500 habitaciones y un museo de alta tecnología en el que Elvis renacerá en formato digital. A esos planes se suman los de inaugurar un espectáculo del Circo del Sol en Las Vegas dedicado exclusivamente a la música de Elvis, al que podrían unirse un casino y un hotel.

Negocios multimillonarios, en definitiva, a cuenta de la imagen de una persona que, paradójicamente, murió completamente solo y arruinado.

Elvis Aaron Presley había nacido en el seno de una familia humilde de Tupelo, Mississippi, el 8 de enero de 1935.

Fichó en 1955 por la compañía discográfica RCA, con la que, gracias a «Heartbreak Hotel», obtuvo su primer gran éxito. Para entonces, otros, como Chuck Berry o Frank Sinatra, ya eran grandes, pero la voz de Elvis -«en la que hay un algo primitivo», según el crítico Ray Connolly-, combinada con su movimiento de caderas, no apto para la televisión de la época, que sólo mostraba al cantante de cintura para arriba, causaron conmoción en la sociedad biem- pensante de la época y lo convirtieron rápidamente en un fenómenos social.

«Antes de Elvis, nada»

Fue ídolo de ídolos. Cuando los Beatles viajaron a EEUU, sólo querían conocerlo a él. John Lennon llegaría a afirmar: «Antes de Elvis no hubo nada».

Pero, si bien en público era el gran artista que todo el mundo esperaba, Elvis era introvertido en la intimidad. Su mujer, Priscilla, harta de infidelidades, lo abandonó en 1972, lo que significó el principio del fin para el célebre cantante, que un año después comenzó a sufrir problemas respiratorios, relacionados con la adicción al alcohol y a los barbitúricos.

Pesaba alrededor de 130 kilos cuando, convertido ya en un ídolo caído, se arrastraba por los escenarios durante los días previos a su muerte, en las interminables giras a las que le sometía su manager, Tom Parker, «El Coronel». Parker había conseguido a Elvis sus primeros contratos y el cantante sentía que dependía totalmente de él. Pero Parker tenía sus propias dependencias, entre ellas, el juego, y terminó abusando económicamente de su pupilo. Además, en lugar de orientar convenientemente su carrera, lo sometió a interminables giras por Estados Unidos, en busca del dinero rápido. El fenómeno Elvis terminó devorando a la persona y las drogas hicieron el resto. El cantante llegó a decirle a su productor musical, Felton Jarvis: «Estoy cansado de ser Elvis Presley».

Solo, arruinado, consciente de su autodestrucción y sin control sobre su propio talento, la noche del 15 al 16 de agosto de 1977, «El Rey, incapaz de conciliar el sueño, ingirió somníferos y otro tipo de pastillas. Lo encontraron muerto al mediodía. Oficialmente, el fallecimiento se produjo como consecuencia de un paro cardíaco.

Sigue llenando la caja

Acostumbrada a sacar provecho de todo tipo de efemérides, la discográfica Sony/BMG ha publicado, con ocasión del trigésimo aniversario del fallecimiento de Elvis Presley, un doble recopilatorio titulado «The King», que recorre en 52 canciones la obra y vida del ex camionero de Tupelo. El doble recoge sus habituales grandes éxitos, como «Heartbreak Hotel», «Blue Suede Shoes», «Jailhouse Rock» o «King Creole», resumiendo una carrera que comenzó en 1954, con la grabación de «That´s All Right», y concluyó con el single póstumo «My Way», de 1997. Como bonus, se incluyen «Welcome to my World» e «If I can Dream».

Elvis Presley es, sin duda, uno de los cadáveres más rentables de la música popular -se calcula que ha vendido más de 1.000 millones de discos-. El otrora azote de la moral norteamericana y alborotador de adolescentes recibe anualmente a miles de fans en Graceland, su mansión de Memphis, donde del 11 al 19 de agosto se celebra «la semana del Rey».

El escritor y músico Xabier Montoia describió irónicamente el peregrinaje a la mansión-museo de Elvis en una amena road movie titulada «Plastikozko loreak erregearentzat» (Susa, 1998).     Anartz BILBAO

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