Iñaki IRIONDO

La irrupción de Ciutadans con tres escaños en el Parlament de Catalunya les llenó de euforia y agitación. «¡Hemos ganao, hemos ganao!» gritaba el portavoz de ¡Basta ya!, Carlos Martínez Gorriarán, desde la página web de su asociación. Más comedida, Rosa Díez felicitaba a quienes había apoyado por ser «amigos, colegas y cómplices políticos», pese a que todavía les consideraba «adversarios electorales de mi partido». En aquellos días de noviembre Martínez Gorriarán animaba a Ciutadans a «convertirse en un partido nacional en toda España». Y uno de sus impulsores, Arcadi Espada, afirmaba que era previsible que la experiencia catalana se extendiera a Euskal Herria.

Pero Ciutadans no va por buen camino. Las disputas internas lo corroen nada más iniciar su recorrido político. Sin embargo, la idea de crear un nuevo partido nacional español queda instalada en la mente de los impulsores de ¡Basta ya! El 19 de mayo de 2007 unas 45 personas se reúnen en Donostia y sientan las que habrán de ser sus bases programáticas: «Ámbito español inequívoco», reforma constitucional para lograr «un modelo federal cerrado donde todas las comunidades tengan idénticas competencias dentro de un Estado sólido igualitario», reforma electoral «para impedir el peso excesivo de los nacionalismos periféricos» y promover «una política de Estado contra ETA sin concesiones políticas de ningún tipo».

Los impulsores del proyecto pusieron en marcha una plataforma para la creación del nuevo partido (www.plataformapro.org) y dicen contar con el apoyo de unas 2.000 personas. El próximo 29 de setiembre celebrarán un acto en Madrid y anuncian que no descartan que allí pueda presentarse la dirección del partido.

Para antes -el 7 de setiembre- han organizado «una cena-coloquio» en Donostia con los promotores de la formación. Al parecer, la sorpresa de la velada iba a ser la presentación de la todavía europarlamentaria del PSOE Rosa Díez como cartel electoral, pero el diario «Abc» se adelantó ayer a anunciar tales intenciones. Ni Rosa Díez ni Fernando Savater -uno de los padres del partido- quisieron confirmar nada ayer, aunque la web de ¡Basta ya! recogía la noticia en su integridad. Díez aclarará su futuro en una rueda de prensa que ofrecerá hoy.

¿A quién perjudica?

El anuncio de la aparición de un nuevo partido de ámbito estatal, que va a contar con repercusión mediática y que puede tener cierto éxito electoral inicial lleva a que las grandes formaciones como PSOE y PP analicen a quién puede perjudicar y beneficiar.

Más allá de las afirmaciones públicas, en el seno del PSOE se da por hecho que el daño que han podido hacer las críticas del sector que sustenta la iniciativa ya han sido descontadas en anteriores elecciones. Aquellos en los que puede calar un mensaje de este tipo se han distanciado ya de Zapatero, refugiándose en la abstención o votando al PP.

Entre tanto, en el partido de Rajoy, y pese a que ayer Gabriel Elorriaga quisiera aprovechar la noticia para destacar «la crisis de identidad del PSOE», son conscientes de que el mensaje y las banderas que agitará la nueva formación son muy similares a los del PP. Por ello, cuando en mayo se tuvo conocimiento de la iniciativa, «Abc» publicó un editorial en el que invitaba a sus impulsores a meditar si el cambio político que proponen «requiere la aparición de un nuevo partido o si sería más coherente con la encrucijada actual que el discurso político de ¡Basta ya! actuara como un factor de orientación social y de formación de una masa crítica que se comporte como un revulsivo transformador» y canalice el voto hacia el PP, puesto que «la iniciativa se basa en unos principios que el partido liderado por Mariano Rajoy encarna con una solvencia acreditada». En la misma línea, ayer, el secretario general del PP en la CAV, Carmelo Barrio, insistía en que su partido ya defiende esas ideas que propugna. Y también la disidente del PSOE Gotzone Mora, hoy a sueldo del PP en la Generalitat de Valencia, considera innecesario el partido.

Sin embargo, ni Savater ni los suyos lo ven así, y preparan ya la artillería para su irrupción en la próxima contienda electoral.