El ejército israelí «admite» haber realizado disparos en la zona donde ayer murieron tres niños palestinos y otros dos resultaron heridos.

Justificó la masacre asegurando que la zona, cercana a la localidad de Beit Hanun, en el norte de la Franja de Gaza, sería usada con frecuencia por los milicianos palestinos para disparar cohetes contra el sur de Israel.

Según el doctor Moaiya Hassanain, del Ministerio de Sanidad palestino, los hermanos Mahmud Ghazal, de diez años de edad y Sara Ghazal, de doce, y su prima Yihya Ghazal, de diez años, murieron en el ataque israelí.

Los testigos aseguran que no había ningún miliciano disparando cohetes en la zona, pero el Ejército israelí insistió en que sus fuerzas vieron a varias personas con los lanzacohetes de fabricación casera y que abrieron fuego contra ellas.

En este sentido el Ejército israelí acusó a los milicianos palestinos de haber recurrido en esta ocasión a niños para perpetrar sus ataques.

Por su parte, un familiar de los menores, Wasfi Ghazal, explicó que escuchó la explosión y a los niños gritando, al tiempo que responsabilizó a Israel de lo ocurrido. Transido de dolor, equiparó «la ocupación israelí y la mala conducta de algunos de los combatientes que están eligiendo al azar nuestra zona para atacar a Israel», afirmó.

Más muertes

Estas tres víctimas se suman a la treintena de palestinos muertos la semana pasada por ataques del Ejército israelí en Gaza, como por ejemplo, el de hace ocho días, cuando dos niños palestinos murieron en similares circunstancias, también en el norte de Gaza.

Por otra parte, algunas fuentes del movimiento islamista Hamás anunciaron ayer la muerte en un hospital de Gaza de un militante de su brazo armado, las Brigadas de Ezzedin Al-Qassam, por las heridas causadas por un ataque aéreo israelí en días anteriores.