Rafael Larreina, secretario de Organización de EA, reivindicó ayer la realización de una consulta a la ciudadanía vasca sobre el derecho a decidir y alertó del intento de dar capacidad de veto al Estado español subyacente en reflexiones como las lanzadas reiteradamente por el preside del PNV, Josu Jon Imaz.

Entrevistado por Radio Euskadi, Larreina fue interpelado sobre qué cree que se debería preguntar en una eventual consulta como la prevista en el programa de gobierno del tripartito de Lakua. Larreina dijo que eso se debe acordar entre los partidos políticos, pero que «lo importante es el concepto: el derecho de la sociedad vasca a decidir».

Rechazó además los intentos de descartar esta iniciativa argumentando que ETA mantiene su actividad armada, expuestos entre otros por Imaz. «Quiero denunciar una cierta hipocresía que hay alrededor de este debate, cuando se dice que no puede haber consulta porque hay violencia», indicó. «Detrás de esa alusión hay una disculpa para que no se pregunte a la sociedad vasca, porque en el fondo se tiene miedo a su voluntad», añadió Larreina.

Abundando en esta idea, expuso que «para decidir, el problema no es la violencia: el problema es si se quiere que haya referéndum o no se quiere que haya referéndum. Si se quiere, EA está seguro de que nos pondremos de acuerdo sobre las condiciones del mismo hasta con el PP».

En este contexto, se mostró «optimista» y «convencido de que habrá consulta, de una forma o de otra, porque es necesaria para el proceso de normalización y para que este país avance en todos los ámbitos».

Larreina resumió que «la sociedad vasca tiene derecho a decidir su propio futuro», lo que entiende que debe hacerse «sin ningún tipo de interferencia, ni ajena ni interna: sin la interferencia de ETA, que no debe existir y que ahora mismo es el principal obstáculo para que este pueblo avance hacia la soberanía, y también sin interferencias del Estado».

«Sin credibilidad»

Rafael Larreina expuso todas estas consideraciones tras asegurar que «si por parte del Estado se insiste en vetar la libre determinación y voluntad de la sociedad vasca, habrá que ir a una confrontación democrática, radicalmente pacífica».

Al hilo de ello, denunció que «detrás del famoso concepto de la transversalidad se esconden otras cosas», al igual que «cuando se habla de pactar con el Estado». «Nosotros, por supuesto, también queremos el pacto, pero lo que no queremos son vetos -denunció-. Lo que denuncia EA es que en la actualidad el Estado no tiene ninguna credibilidad. Llevan 30 años incumpliendo todos los pactos que han alcanzado. No hay credibilidad, no puede haber un pacto con alguien que te está engañando continuamente«, subrayó el dirigente del partido que preside Begoña Errazti.

Frente a las teorías preconizadas por Josu Jon Imaz y otros máximos dirigentes jeltzales, Larreina expuso que la actitud de Madrid obliga a «aunar fuerzas de ámbito soberanista para poder negociar con el Estado en pie de igualdad, porque si no los pactos llevan a seguir bajando el listón establecido en el Estatuto de Gernika», sobre el que aseveró además que «no es ni la mitad del mínimo».

En resumen, Rafael Larreina alertó de que «muchas veces, detrás de esas palabras sobre la necesidad de pactar y la transversalidad existe debilidad ideológica». Y acusó a quienes así actúan de «llevar a rebajar las po- siciones de país y a que se vaya falsificando una vez más la voluntad de la ciudadanía vasca». Larreina citó, en este contexto, la polémica pública mantenida por el máximo mandatario jeltzale, Josu Jon Imaz, y el consejero de Justicia de Lakua y dirigente de EA, Joseba Azkarraga, aunque apostilló acto seguido que «en el Ejecutivo Vasco no hay ninguna diferencia, hay unanimidad, lealtad y coherencia con el acuerdo que alcanzamos en su día».