Beñat ZARRABEITIA

El fútbol italiano quedo sumamente tocado en el verano de 2006. Parece una absoluta contradicción, pero el mismo año que su selección ganaba el Mundial, varios equipos transalpinos se vieron salpicados por un monumental escandalo de pinchazos telefónicos e influencia en la designación de árbitros. La trama conocida como «Moggigate» tuvo al entonces mánager de la Juventus, Luciano Moggi, como cerebro principal. Dicho affaire terminó con los huesos de los biancconeri en la Serie B, la pérdida del campeonato obtenido por la Juve 2006 en favor del Inter y la revocación del título de 2005.

De cualquier forma, la Juventus no fue la única perjudicada del asunto, ya que Milán, Lazio y Fiorentina también fueron sancionados e iniciaron la temporada con puntos de penalización. Aún así, las tres escuadras lograron acabar entrando en Europa.

El año de los juventinos en el infierno no fue sencillo. Por de pronto, el intento de suicidio de Pessotto, director deportivo, y la fuga de estrellas dejó en el aire su futuro. No obstante, la ilusión pronto volvió al seno del equipo de los dueños de la Fiat. La alegría regresó de la mano de un vasco: Didier Deschamps. El labortano se sentó en el banquillo del remozado Comunale, nuevo hogar tras dejar el frío Delle Alpi, y contó con un equipo más que competitivo. Las tres estrellas más carismáticas se quedaron. Del Piero, Buffon y Nedved se ganaron así el respeto eterno de los tiffosi. Una hinchada que cuenta con más adeptos fuera de Turín que en la ciudad, que es coto de Il Toro (Torino).

La paulatina reducción de la sanción y los magníficos resultados de la Vecchia Signora catapultaron a los de Deschamps a la Serie A. Volvían a su territorio, la elite. Sin embargo, el dueño de la entidad, Giovanni Agnelli, decidió prescindir del vasco, todo un ídolo entre los juventinos, y apostó por el veterano Claudio Ranieri. Ahora, de la mano del irónico técnico transalpino, la Juve comenzó de forma arrolladora la temporada, goleando por 5 a 1 al Livorno.

Tampoco han faltado los fichajes, Salihamidzic, Jorge Andrade, Iaquinta, Grygera, Almirón, Tiago o Tacchinardi han apuntalado una plantilla que aspira a todo. Pero sobretodo ansía una cosa, limpiar la imagen del club y conseguir un scudetto alejado de cualquier tipo de sospecha. Que no sea asociado ni al dopaje, como le ocurrió al equipo de Lippi en los 90; ni a la falta de ética, como al de Capello hace dos años.

Longevidad milanista, reválida interista

Para evitar que la Juve se redima, los dos principales gigantes lombardos pondrán toda su artillería en juego. Tanto Inter como Milan buscarán hacerse con el título que suponga un importante escarnio a sus competidores tras partir todos en igualdad. El actual campeón, el Inter del siempre cuestionado Mancini, estableció cifras de récord la pasada campaña. Ahora, todos le retan a ganar en «igualdad de condiciones». Para dicha empresa, ha contratado al central más codiciado del mercado, Chivu; y al hondureño Suazo. Sin embargo, su buque insignia, Materazzi, estará 4 meses de baja.

Por su parte, el Milan quiere seguir saboreando el elixir de la eterna juventud. De hecho, 16 jugadores superan los 30 años. El secreto lo tiene Vincenzo Pincolini, ex preparador físico de Sacchi y actual responsable del Centro de Alto Rendimiento del Milan. Sus métodos han logrado reducir las lesiones musculares y alargar la carrera de varios jugadores. Entre ellos, la del excelso Maldini, que a sus casi 40 años busca su séptima Champions. De cualquier forma su gran estrella será un Kaká que sigue dando largas al Madrid.

Por último, recordar el papel que jugarán los equipos del sur. En ese sentido, destaca otro regreso: el del Napoli. La escuadra celeste volverá a hacer sufrir a sus rivales en la bombonera de San Paolo. Aún así, lejos quedan los tiempos de Maradona o Careca. Los ochenta ya pasaron, pero sus bulliciosos hinchas volverán a vibrar con la Serie A. Que no es poco. Junto a ellos, otro equipo del sur, siciliano para más señas, se ha ganado ya el respeto. Y es que el Palermo ha pasado de equipo revelación a claro candidato a entrar en Europa. Un objetivo por el también pe- learán Roma, Lazio, Fiorentina y Udinese.