La OIT alerta sobre la brecha de productividad entre países ricos y el resto del mundo
Si bien los niveles de la productividad aumentaron durante la última década, continúa existiendo una brecha importante entre los países industrializados y las demás regiones, según un nuevo informe de la OIT.
GARA | GASTEIZ
El informe de la OIT sobre «Indicadores Clave del Mercado de Trabajo» señala que EEUU lleva una considerable ventaja al resto del mundo en la productividad del trabajo por persona empleada en 2006, a pesar del rápido aumento registrado por Asia Oriental donde los trabajadores ahora producen el doble que hace 10 años atrás.
El informe agrega que la brecha de productividad entre EEUU y la mayoría de los países industrializados es relevante. El valor agregado por persona empleada en EEUU fue de 63.885 dólares en 2006, seguido a considerable distancia por Irlanda con 55.986 dólares, Luxemburgo con 55.641 dólares, Bélgica con 55.235 dólares, y el Estado francés con 54.609 dólares.
Sin embargo, los estadounidenses trabajan más horas por año que la mayoría de los trabajadores en otras economías industrializadas. Por este motivo, al medir el valor agregado por trabajador por hora Noruega alcanza el mayor nivel de productividad con 37,99 dólares por hora, seguida de EEUU con 35,63 dólares y el Estado francés con 35,08 dólares.
El aumento de la productividad es principalmente el resultado de una mejor combinación de capital, trabajo y tecnología. La falta de inversión en las personas a través de formación y capacitación, o en equipamiento y tecnología, pueden conducir a una subutilización del potencial de la mano de obra en el mundo, según la OIT.
«Preocupante»
«La gran brecha en materia de productividad y riqueza es muy preocupante», dijo el director general de este organismo, Juan Somavia. «El aumento del nivel de productividad de los trabajadores de menores ingresos en los países más pobres es esencial para lograr reducir los enormes déficit de trabajo decente del mundo», añadió.
En Asia Oriental, donde los niveles de productividad aumentaron más rápidamente, hasta el punto que se duplicaron en 10 años, la producción por trabajador subió de una octava parte de lo que registraban los países industrializados en 1996 a la quinta parte en 2006. En Asia Sudoriental y el Pacífico los niveles de productividad fueron siete veces menores que los de países industrializados, y en Asia Meridional ocho veces.
En Medio Oriente y en América Latina y el Caribe el valor agregado por persona empleada es casi tres veces menor que en las economías industrializadas. En Europa Central y Sudoriental (no UE) y CEI es 3,5 veces menor, y en Africa del Norte 4 veces menor. La brecha más grande se presentó en Africa Subsahariana, donde el nivel de productividad por persona empleada fue la doceava parte de un trabajador en las economías ricas.
El informe ofrece nuevas mediciones de lo que la OIT denomina como «déficit de trabajo decente», un trabajo productivo y que permite un ingreso justo, que implica seguridad en el lugar de trabajo y protección social para las familias.
Según estos datos, 1.500 millones de personas están «potencialmente subutilizadas», lo que equivale a la tercera parte de la población en edad de trabajar. Este nuevo cálculo incluye a 195,7 millones de desempleados y a casi 1.300 millones de trabajadores pobres que viven con sus familias con menos de dos dólares diarios por persona.