El pasado domingo, en torno a las 14.00 horas, dos llamadas alertaron en nombre de ETA de que en las horas siguientes iban a explotar varios artefactos en diversas carreteras, tanto vascas como de diferentes territorios del Estado español. Concretamente, un comunicante avisó a la DYA de Gipuzkoa de cinco explosiones en otras tantas arterias de Burgos, La Rioja, Cantabria, Gipuzkoa y Araba. Al mismo tiempo, en otra llamada, una persona alertó a la redacción de «Diario de Teruel», también en nombre de la organización armada, de que otros seis artefactos iban a estallar en lugares que no se correspondían con los anunciados a la DYA.

Según explicaron a este periódico desde el diario turolense, la persona que hizo la llamada citó puntos de Castilla-La Mancha -en las provincias de Cuenca y Guadalajara- y Aragón como los lugares en los que iban a estallar las bombas. Relataron que, debido a que la comunicación era defectuosa, sólo pudieron tomar nota de tres de las localidades mencionadas.

Señalaron, en cualquier caso, que el aviso recibido no se correspondía con el de la DYA, algo que volvieron a confirmar a GARA en la tarde de ayer.

Sin embargo, en sus ediciones escritas, la mayoría de los medios sólo dieron cuenta de los cinco artefactos de los que se alertó a la DYA.

En algunos periódicos se aludía a la llamada recibida por el «Diario de Teruel», pero aseguraban que en ella se avisaba de las mismas cinco explosiones que en la asociación de ayuda en carretera. Precisamente, ésa era la versión difundida el domingo por las agencias de noticias y que no se correspondía con los hechos.

Sin embargo, ese mismo día, en su edición digital, «El Correo» sí informaba de la llamada al «Diario de Teruel» y de las seis explosiones de las que se advertía en ella. El periódico vizcaino señalaba que la llamada a la DYA «ha coincidido con otra realizada al «Diario de Teruel», que alertaba de otros seis artefactos, algunos de ellos abandonados en Aragón y Castilla-La Mancha», y se explicaba que a las 19.30 no habían sido hallados.

Un grupo, diferentes versiones

A pesar de ello, ese mismo diario, en su edición impresa de ayer, sólo hablaba de cinco artefactos, los mencionados por el comunicante que llamó a la DYA, y no daba información alguna sobre los otros seis. De hecho, a diferencia de otros periódicos, ni siquera citaba el aviso recibido por el diario turolense.

No sucedió lo mismo en otros diarios pertenecientes al Grupo Vocento, del que forma parte «El Correo», ya que muchos de ellos sí informaban sobre las explosiones anunciadas por el segundo comunicante. Así, periódicos como «Hoy», «La Rioja», «El Norte de Castilla», dieron cuenta de las dos llamadas e incluyeron a Aragón y Castilla La-Mancha entre los territorios afectados por los avisos en nombre de ETA.

Asimismo, en «El Diario Vasco», además de informar sobre las dos llamadas, se concretaba que una de ellas había sido recibida en el «Diario de Teruel» y se repetía lo escrito en la edición digital de «El Correo» el domingo. Por contra, en el titular señalaban que «ETA anuncia la colocación de cinco bombas en carreteras y explosiona una en La Rioja».

También dentro de Vocento, «ABC» aseguraba que en la llamada al «Diario de Teruel», «una mujer, que habló en castellano, dio los mismos datos que el sujeto que se puso en contacto con la DYA». Como se ve, hay versiones para todos los gustos.

Ningún dato de las FSE

Sin conocer la veracidad de la llamada, ni los motivos que llevaron a algunos medios a obviar una información de la que disponían, llama la atención el papel desempeñado en este caso por las Fuerzas de Seguridad del Estado, que a diferencia de otras ocasiones, en las que bajo el eufemismo de «fuentes de la investigación» dan cuenta de todo tipo de detalles, no informaron de los seis artefactos que ha- brían sido colocados en localidades castellanas y aragonesas.

Agentes de la Guardia Civil, tras reabrir el domingo el tráfico en las carreteras que fueron cerradas a la circulación tras varias horas de registro, volvieron a peinar ayer algunas de las zonas que fueron citadas en la llamada a la DYA, aunque no informaron de que hubieran loca- lizado ningún explosivo ni que hubiera rastros de que estallaran. Los rastreos se centraron en la A-67, en Cantabria, y en la N-1, en Burgos.

Por otra parte, ayer se sucedieron las declaraciones de condena del atentado del domingo. A este respecto, la Ejecutiva del PSE valoró que con esta acción, ETA pretendía «colapsar las carreteras de acceso a Euskadi en plena «Operación Retorno»» y, tras expresar su apoyo a las personas afectadas, apuntó que «con este nuevo intento de alterar la vida y la tranquilidad de las personas a la vuelta de sus vacaciones, ETA da un paso más hacia su propia marginación y sólo consigue despertar la indignación en una ciudadanía cada vez más harta».

También EB condenó «de forma categórica» la actuación de la organización armada, que, para esta formación, «han generado temor e incertidumbre en la ciudadanía».