El Poli Ejido llega a Anoeta como colista con dos derrotas y siete goles encajados en sus dos partidos
Para olvidar la decepción copera sólo vale ganar
Coleman intentará corregir los problemas ofensivos de su equipo pese a las bajas de Stevanovic, Delibasic y Skoubo, que motivaron la presencia en la convocatoria de los delanteros del filial, Agirretxe y Viguera
Joseba ITURRIA | DONOSTIA
A la Real no le queda más alternativa para superar la nueva desilusión copera que centrarse en la Liga y conseguir una victoria ante el Poli Ejido que permita a los blanquiazules situarse en la zona alta de la clasificación. Intentarán aprovechar el período de adaptación del cuadro almeriense, que ha incorporado al entrenador Luis César Sampedro, el que llevó a Primera al Nastic hace dos temporadas, y a dieciséis jugadores este verano.
De los nueve futbolistas que continúan en el Poli Ejido, sólo cuatro eran básicos la pasada temporada -el central Tena, el medio centro Usero, el interior izquierdo Pedro Vega y el delantero Toedtlti- y eso requiere un proceso de compenetración que explica su mal comienzo, con un 4-0 en su debut ante el Sporting y un 1-3 ante el recién ascendido Racing del Ferrol. Además cayó eliminado en la Copa ante el Tenerife, pero en su plantilla hay jugadores con mucha experiencia en Segunda y mal harán Anoeta y la Real en menospreciar a su rival.
Sobre todo porque Coleman se encuentra también en un proceso de adaptación a su nuevo equipo y además deberá superar la baja de sus dos arietes extranjeros y de Stevanovic, lo que motivó que en su lista de ayer entraran los dos delanteros titulares del filial, Imanol Agirretxe y Borja Viguera. Con la previsible presencia de Gari y Díaz de Zerio como pareja atacante, el técnico galés quiere mejorar el pobre rendimiento ofensivo dado por el equipo hasta ahora, que sólo lleva un gol de penalti en tres partidos y ha creado pocas ocasiones. Además es segura la vuelta de David Vaughan a la izquierda y entre Xabi Prieto y Estrada parece estar una plaza en la derecha, salvo que uno de los dos juegue en la media punta en lugar de Gari Uranga.
Tranquilidad y paciencia
Una mejoría ofensiva que debe basarse en la solidez defensiva mostrada ante el Eibar. La Real debe estar bien colocada en el campo y jugar con pocas distancias entre líneas para no conceder las facilidades que encontró el Castellón. A partir de ahí habrá que tener mucha tranquilidad y paciencia porque el Poli Ejido querrá hacer lo mismo y en Segunda nadie deja jugar.
El ambiente seguramente no será muy favorable para la Real porque ya fue despedida con pitos en la primera jornada y no ha gustado nada la decepción copera. La única forma de cambiar el ambiente es ganar y para ello hay que controlar la ansiedad, no cometer errores ni asumir más riesgos de los necesarios y mejorar en ataque.
En otro orden de cosas, el equipo femenino de la Real debuta hoy en Zubieta a las 11.30 del mediodía en su segundo año de andadura la Superliga. El rival de las donostiarras será el Colegio Alemán de Valencia.
En la pretemporada, la Real se ha encontrado «a gusto», señalaba su entrenadora, Garbiñe Etxeberria, «pero estamos deseando que llegue la competición. En estas semanas, hemos disputado seis amistosos, con la principal idea de integrar a las nuevas jugadoras».
Iñigo Díaz de Zerio se mostraba esperanzado a la par que autocrítico en sus declaraciones previas al choque frente al Poli Ejido.
Cuestionado acerca del cuadro andaluz en primer lugar, declaraba que el choque «será difícil. Aunque ahora mismo sea el colista, se trata de un equipo con mucho presupuesto. Hablamos de un conjunto potente, que tiene gente de calidad arriba. Pero eso no debe amilanarnos, porque un triunfo este domingo puede servirnos para mucho: olvidar el desastre de la Copa, coger confianza, colocarnos arriba...».
A la hora de valorar el inicio del año de la Real, reflexionaba en voz alta y concluía que su equipo debe ser «más sólido», principalmente en Anoeta.
«A nivel futbolístico estamos ofreciendo poco y la sensación es que nos cuesta hacer ocasiones. Aún estamos jugando un poco a lo del año pasado, nos cuesta mover la pelota y a los de arriba nos llegan menos balones. Pero ya es hora de que en casa seamos más sólidos. Ya no hay que pensar en lo que hemos hecho, sino en lo que podemos hacer», dijo.
GARA