La puesta en marcha de una autopista del mar desde Bilbo a Zeebrugge este mes permitirá sacar de la carretera a un 6% de los vehículos pesados que transitan por Biriatu al día. Se calcula que al año serán 100.000 los camiones que irán en el camarote de un buque de una eslora mínima de 205 metros. Sin embargo, la autopista del mar, que pondrá en marcha la iniciativa privada con el respaldo del Gobierno de Lakua, abre también un debate sobre el futuro de los transportistas autónomos. El sindicato de transportistas de Euskal Herria, Hiru, asegura que «no vemos claro» esa virtualidad de las autopistas del mar para evitar el paso de miles de camiones por las carreteras. «Las empresas que opten por esa vía marítima abandonarán las carreteras de Gipuzkoa, pero tendrá que utilizar las vizcainas para llevar al puerto sus mercancías y recoger las que lleguen ahí. Es decir, trasladamos el problema del colapso circulatorio desde Irun a Bilbo».

El Departamento de Transportes de Lakua y la Autoridad Portuaria de Bilbao consideran que los transportistas «deben reorganizarse y unirse», mientras que desde el sindicato Hiru se considera que se prima a las grandes empresas navieras y al sector privado del transporte de mercancías.

Una delegación vasca, encabezada por la consejera de Transportes y Obras Públicas del Gobierno de Lakua, Nuria López de Guereñu, ha viajado esta semana a Flandes para respaldar la iniciativa de la naviera Transfennica, perteneciente al grupo Spliethoff, de poner en marcha una autopista del mar entre el puerto de Bilbo y el de Zeebrugge a partir del próximo 26 de setiembre. Esta actividad ha reforzado los lazos de unión entre los dos gobiernos, el flamenco y el vasco, que decidieron en Bruselas reforzar la actividad en diferentes materias, desde el transporte hasta la fiscalidad, como reconoció el presidente de Flandes, Kris Peeters.

La Comisión Europea considera este tipo de enlace de autopista del mar para el transporte de mercancías es necesario para descongestionar las carreteras, sobre todo el eje que se traslada de Alemania a Portugal y el sur del Estado español, que pasa por Euskal Herria. Otra iniciativa francoespañola, de carácter público, adjudicará en noviembre otra conexión en la que Bilbo podría unirse a Nantes, aunque en este caso otros puertos de la cornisa Cantábrica, desde Vigo, Gijón y Santander, están presionando para hacerse con un hueco en esa adjudicación. El presidente de la Autoridad Portuaria de Bilbao, José Angel Corres, dijo en el puerto de Flandes que «una no excluye a la otra, sino que será una nueva oportunidad de transporte». La puesta en marcha de la iniciativa privada entre Bilbo y Zeebrugge se ha adelantado, pero ha reabierto el debate sobre el transporte de mercancías y las infraestructuras.

Nuria López de Guereñu señaló en Zeebrugge que este enlace es «geoestratégico» debido a que considera que Flandes es «una puerta directa al corazón de Europa» y recordó que «esa nación ha sabido obtener una rentabilidad económica del transporte de mercancías y nosotros tenemos que aprovechar esa oportunidad al ser un país de paso en la ruta transeuropea».

El vicepresidente del puerto de Zeebrugge, Vincent de Saedeleer, se mostró satisfecho con el acuerdo que «unirá más nuestras relaciones de intercambio comercial». En el puerto de Zeebrugge la actividad de la distribución es muy importante y están ubicadas distintas empresas que terminan el ensamblado de maquinaria y vehículos antes de que comiencen a distribuirse al resto de Europa o entre en las rutas mundiales del transporte marítimo.

El puerto de Zeebrugge emplea a más de 11.000 trabajadores de manera directa, pero son más de 25.000 los empleos indirectos que genera en una comarca que cuenta con una población cercana a los 120.000 habitantes. Flandes ha desarrollado la intermodalidad en el transporte y la consejera de Lakua quiere asemejar a la CAV a ese país totalmente llano. De hecho, en varias ocasiones ligó la autopista del mar con el desarrollo del cuestionado tren de alta velocidad.

En el encuentro, Michael van den Heuvel, responsable de Transfennica, recordó que la autopista del mar se iniciará con tres servicios semanales, pero pasará a cinco el próximo año. «Consideramos estratégico el transporte de mercancías en camión con la unión por mar entre Bilbao y Zeebrugge», precisó. Los cálculos que maneja el Gobierno de Lakua sobre el tráfico de vehículos pesados por mar indican que permitirán sacar de la carretera a 100.000 camiones anuales, un 6% del tráfico actual, aunque en pocos años esa cifra espera duplicarse, ya que la Comisión Europea considera que en el año 2010 pasarán por Biriatu más de 25.000 camiones al día frente a los 10.000 actuales.

Alternativa

Una autopista del mar es, según destacó el viceconsejero de Transportes, Iñigo Palomino, «un conjunto de puertos y servicios intermodales, incluyendo el transporte marítimo de corta distancia, denominado en inglés Short Sea Shipping, integrado e interconectado con las redes transeuropeas del transporte con estándares superiores de calidad, operatividad y eficiencia». Son, a su juicio, «una alternativa de transporte que contribuye a la descongestión de los corredores terrestres, a la conservación del Medio Ambiente y, de este modo, al crecimiento sostenible en la Unión Europea».

En esta iniciativa se lleva trabajando desde hace dos años en Uniport. Tras un examen exhaustivo se concluyó que el puerto de Flandes era el más rentable para llevar adelante este proyecto debido a que algunas navieras también estaban interesadas. Hay que recordar que desde el siglo XV Bilbo ha mantenido intercambios comerciales marítimos con esa región europea. Así se recuerda en Brugge con «La plaza de los vizcainos».

El puerto de Pasaia tiene, con su actual configuración, limitada la actividad de una autopista del mar, según confirmó el actual presidente de la Autoridad Portuaria de Pasaje, Joxe Joan González de Txabarri, por lo que reclamó en las instalaciones portuarias de Zeebrugge «un desarrollo del mismo en la dársena exterior». En el estudio de viabilidad de las posibles rutas de autopistas del mar, se afirma que la más conveniente a partir de Pasaia, sería Amberes. El estudio además valora otras autopistas entre Southampton y Baiona, Bristol y La Rochelle-Burdeos. Otra desde Amberes, Leixoes y Vigo; Amberes y Gijón, además de Zeebrugge y Bilbo; y entre Pasaia y Amberes.

Uno de los temas más importantes está en el futuro de los transportistas autónomos. El viceconsejero Iñigo Palomino recordó que la reforma del transporte por carretera de la mano de la Comisión Europea endurece el sistema de trabajo y afirmó que obligará a una mejora en la gestión de las flotas de camiones. «Se va hacia una concentración empresarial. Es necesario reestructurar el transporte, porque el mercado va a sacar a las empresas pequeñas del negocio», dijo.

Cada buque de Transfennica transportará 650 contenedores y 198 camiones, que llegarán a destino y serán recogidos por transportistas de Flandes para llevarlos a su destino. Lo mismo ocurrirá entre Zeebrugge y Bilbo. El viceconsejero de Transportes del Gobierno de Lakua afirmó que han mantenido contactos con los representantes de las organizaciones de transportistas autónomos, aunque desde el sindicato Hiru de transportistas autónomos de Euskal Herria se ha negado ese extremo y tan sólo han reconocido que participaron en un encuentro informativo con los responsables de diferentes navieras.

Hiru considera que «las autopistas del mar son infraestructuras concebidas por las grandes empresas navieras con el objetivo de hacer negocio y de sacar la mayor rentabilidad posible, a pesar de que a la hora de vender el proyecto a la sociedad pretendan disfrazar sus verdaderos objetivos con argumentos como el de que contribuirá a aliviar el tráfico de camiones de las carreteras vascas o que contribuirán a hacer frente al cambio climático».

A juicio de Hiru, el negocio de las autopistas del mar se encuentra en que «tiene como fin reducir los costes sociolaborales del transporte por carretera, tal y como han afirmado los propios empresarios». El sindicato de transportistas cita al socio de la naviera Grimaldi, Manuel Monfort, que en unas jornadas sobre el transporte marítimo de corta distancia, que organizó el Gobierno de Lakua, señaló que «el transporte por carretera tiene un costes sociales muy importantes: descansos, vacaciones, accidentes, huelgas, entre otros». Para los transportistas autónomos, las autopistas del mar «se han creado para hacer frente a esa situación». Otro elemento que ponen sobre la mesa de debate es que «los transportistas autónomos nos vamos a quedar fuera de esta autopista marítima, dirigida en exclusiva a las grandes empresas de transporte, ya que el camión sólo entrará en el barco para dejar la mercancía que luego recogerá otro transportista de la misma empresa en otro puerto».

Hiru afirma que «en Hego Euskal Herria los transportistas autónomos somos mayoría, pero nos dejan fuera de esa supuesta alternativa a los problemas del tráfico por carreteras» y recuerda que las navieras «sólo quieren trabajar con las grandes empresas de transporte» y se pregunta «por qué será». También interpela si las condiciones laborales de los «chóferes van a mejorar» y si «los empresarios y cargadores van a reducir la presión sobre el transportista, y si van a respetar los derechos de esos trabajadores a partir de este momento».

Por último, culpa al modelo económico actual y a la deslocalización del aumento del transporte de mercancías. «Por poner un ejemplo, los tornillos que antes se fabricaban en Eibar ahora se fabrican en Polonia o en Rumanía, vuelven a Aibar y salen para Alemania ¿cuántos camiones hacen falta con ese sistema de deslocalización».