Juanjo Novella (Portugalete, 1961) expone por primera vez en el Colegio de Abogados y lo hace con la obra «Territorios». Su colección estará abierta al público hasta el 9 de noviembre.

El artista realiza «una labor por la mejora del paisaje urbano» y habla sobre los territorios en esta exposición. Esta preocupación le ha llevado a la reflexión y al estudio. «En una urbe degradada e incongruente el arte puede cumplir una función reparadora», afirma el autor. «Cuando nos referimos a la ciudad, hablamos de la civilización. Es en este territorio de límites imprecisos en el que camino», prosigue.

Usando diferentes territorios

La hipótesis del viaje, el hombre o la mente constructora de todos los territorios es la temática que abarca la muestra. «Yo entiendo como territorio todo aquello que el ser humano es capaz de percibir y la manera en la que lo hace». El título nace de un paréntesis en los trabajos de Novella. Son divertimentos realizados para el propio autor. «Son cosas que hago para mí, como quien hace dibujitos mientras habla por teléfono». En muchas de las obras, la exposición se realiza sin grandes papeles o maravillosos materiales. Todos las piezas tienen su cualidad autónoma, pero todas ellas pertenecen a un proceso cuyo fin es una obra en un espacio público. En total, son 21 obras y 10 esculturas. «En esta muestra he rehusado a la presentación exclusiva de escultura. Me ha parecido más interesante mostrar una serie de trabajos, más o menos recientes, de ámbito estrictamente privado». Las piezas más antiguas son del año 2005. Ha ido completando la colección durante dos años. «No tengo ninguna creación favorita, elegir ha sido, como siempre, la parte más dramática. Mi favorita es la que todavía no se ha asomado a mi mente, la soñada».

A este autor no le interesa el color que pueda utilizar en sus obras, lo que quiere es lograr un aspecto de su agrado. «Algunas de las acuarelas que componen `Territorios' son muy austeras, el color que uso es prácticamente nulo». En las fotografías o las impresiones digitales usa el color natural de los objetos, y a veces tiende a matizarlo.

Los materiales que utiliza también van cambiando. «Una de las obras es una flor hecha con acrílico sobre un mensaje de error que me dio una impresora cuando lancé un paisaje. Este mensaje, que son todo letras y grafías, me pareció más bonito que el propio paisaje».