Bolivia e Irán, dispuestos a trabajar juntos pese al enfado de EEUU y la UE
Los presidentes de Bolivia e Irán, Evo Morales y Mahmud Ahmadineyad, firmarán hoy en La Paz un acuerdo de cooperación en materias como hidrocarburos, energía, agricultura e industria. Ambos mandatarios han hecho oídos sordos a las críticas de la oposición conservadora boliviana y a las presiones llegadas desde Estados Unidos y la Unión Europea. Argumentan que Irán busca material radioactivo para desarrollar su programa nuclear.
GARA |
El presidente de Bolivia, Evo Morales, firmará hoy con su homólogo iraní, Mahmud Ahmadineyad, varios acuerdos económicos, a pesar de las críticas de la oposición, que advirtió de un daño en las relaciones de este país andino con Europa y EEUU.
La visita de Ahmadineyad durará unas cinco horas y será la primera de un mandatario iraní a Bolivia, dos semanas después de que el Gobierno de Morales anunciara su decisión de establecer relaciones diplomáticas con Teherán.
Una misión iraní está en Bolivia desde hace varios días para organizar la llegada de Ahmadineyad, que ha visitado primero Nueva York para asistir a la LXII Asamblea General de la ONU, y también hará escala en Venezuela para entrevistarse con el presidente Hugo Chávez antes de retornar a su país.
Ahmadineyad firmará con Morales «un acuerdo marco» que incluye convenios de cooperación sobre hidrocarburos, energía, agricultura e industria, según explicó en La Paz a periodistas el director del Departamento de América del Ministerio de Exteriores de Irán, Safarali Eslamian.
En el sector petrolero boliviano, en el que ya operan empresas como la brasileña Petrobras, la hispano-argentina Repsol-YPF y la franco-belga Total, los iraníes quieren invertir en exploración, gaseoductos y petroquímica.
Morales nacionalizó los hidrocarburos en mayo de 2006 y ha suscrito también acuerdos con Petróleos de Venezuela (PDVSA) y Enara, de Argentina.
El interés iraní en ese sector fue confirmado en La Paz por el viceministro de Asuntos Internacionales del Ministerio del Petróleo, Noghrehkar Shirazi.
Ahmadineyad llegará a La Paz en un avión privado, acompañado de ministros y empresarios.
La visita ha originado críticas de opositores bolivianos, como el ex presidente conservador Jorge Quiroga, quien aseguró el martes que la visita tendrá «efectos perjudiciales» para Bolivia «porque Irán es una nación proscrita por su programa nuclear y porque fomenta el terrorismo».
«Esto de Irán va a ser muy dañino para el acercamiento con Europa y las negociaciones comerciales con EEUU. No puede el presidente, por ser sumiso con Chávez, poner en riesgo decenas de miles de empleos», dijo Quiroga, quien pidió la cancelación de la visita.
El acercamiento de Morales a Irán ha causado también recelos en Washington, que pidió días atrás a Morales públicamente que rechace «el programa nuclear iraní, porque patrocina el terrorismo».
El Gobierno boliviano se declaró «respetuoso» de las decisiones que adopte la ONU, pero agregó que respeta el programa nuclear iraní «para fines pacíficos».
Fuentes diplomáticas europeas y latinoamericanas citadas por Efe señalaron que «el mayor interés iraní en Bolivia en estos momentos pueden ser los yacimientos de materiales radioactivos».
El Gobierno de EEUU insistió ayer en atacar el programa nuclear iraní. Así, el número tres del Departamento de Estado, Nicholas Burns, declaró en Nueva York que «el asunto del programa nuclear iraní no está cerrado».
Burns respondía de este modo al presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, quien el martes declaró ante la Asamblea General de la ONU que consideraba que la polémica por el programa nuclear con fines pacíficos que desarrolla su país era algo que «estaba ya zanjado».
«El presidente iraní se equivoca completamente si cree que la comunidad internacional va a olvidar el hecho de que su país continúa, contra la voluntad expresada por el Consejo de Seguridad de la ONU, su programa de investigación nuclear en el centro de Natanz», añadió Nicholas Burns.
Burns ocupa el cargo de secretario adjunto encargado de Asuntos Políticos en el Departamento de Estado de Washington y estaba previsto que ayer celebrase una cena de trabajo con sus homólogos ruso, chino, británico y alemán para debatir sobre las nuevas sanciones que EEUU y la UE quieren imponer contra el Gobierno de Teherán.
Estas conversaciones continuarán durante la jornada de hoy en Nueva York para preparar una reunión ministerial de los países implicados para estudiar la fórmula para incrementar el nivel de sanciones que se están aplicando contra Irán.
«Si Ahmadineyad piensa que tiene una oportunidad para escapar, se equivoca completamente», añadió Burns.