Tanto Bea Elissalde como Dominique Duguet, representantes de la asociación Itsas Ama, se refirieron a los esfuerzos que diversos sectores están realizando para salvar la actividad tradicional del puerto de Donibane Lohizune-Ziburu y frenar la sombra que lo convertiría en un puerto turístico y de ocio: «Las dificultades son enormes pero las ganas de perdurar y mantenerse también lo son».

Duguet incidió en que las razones para que el puerto continúe «no son únicamente de índole económica ya que la pesca constituye un patrimonio común y es uno de los elementos estructuradores de nuestros valores y de nuestra identidad».

En esa línea, apeló a la responsabilidad de cada cual para hacer que el puerto se mantenga y para trasmitir a las futuras generaciones el savoir faire y la historia marítima vasca. Un arraigo que Maryse Cachenaut, presente en los actos de ayer para mostrar el apoyo de Euskal Herriko Laborantza Ganbera, comprendía y compartía totalmente: «Aunque se trate de medios diferentes, la actividad agrícola y la pesquera guardan bastantes semejanzas; las dos trabajan con la naturaleza, tienen que tener en cuenta el medio ambiente, la voluntad de la sociedad, el cambio climático...; las horas de trabajo no se cuentan y los dos sectores encuentran las mismas dificultades para conseguir un precio digno para sus productos; en definitiva, es evidente que se trata de algo más que un oficio: son un modo de vida».

Antes habían intervenido representantes de Surfrider Foundation y Greenpeace que inicideron en la urgencia de respetar el ecosistema marino y apostar por técnicas de pesca sostenible.

Respaldo a los jóvenes

Bea Elissalde incidió en la necesidad de respaldar la labor de los 150 pescadores, muchos de ellos jóvenes, que trabajan en la actualidad en el puerto labortano: «En ellos está nuestra esperanza. Hace tres años muchos de ellos optaron por retomar técnicas de pesca selectiva. Tenemos que apoyarlos porque secundando esos sistemas todavía tenemos una oportunidad para salvar el recurso».

Elissalde reconoció las diferencias existentes entre los propios pescadores para afrontar las dificultades del sector para, a continuación, añadir que, desde hace dos años el acercamiento es cada vez mayor.