De un tiempo a esta parte resulta cada vez más sospechosamente habitual que se produzcan enfrentamientos violentos cada vez que la Ertzaintza hace aparición en actos convocados por la izquierda abertzale y que hasta la irrupción policial se desarrollaban de forma pacífica. Y no es una apreciación personal. Vean lo que decían dos diarios nada sospechosos con respecto a los incidentes del día 12 de octubre en Donostia. «Diario Vasco»: «Los altercados comenzaron cuando varias dotaciones de la Ertzaintza llegaron al Boulevard y trataron de disolver a unos mil jóvenes de la izquierda abertzale que participaban en un festival antifascista...». «Deia»: «Todo explotó cuando la Ertzaintza ordenó que cesaran los conciertos...». Más claro, agua. Es momento ya de reflexionar sobre si la policía está para evitar incidentes, contenerlos o apaciguarlos, actuando con un poco de inteligencia, o para echar más gasolina al fuego, como desgraciadamente estamos observando los últimos días. Bueno, todo hay que decirlo, en Garbera sí supieron evitar los enfrentamientos, congeniando incluso con los falangistas, como se pudo ver en una patética fotografía en la que un agente estrechaba amistosamente la mano a uno de ellos, pese a exhibir insignias nazis y proferir todo tipo de insultos y amenazas.

Ver para creer.