Llegan a Canarias más de un centenar de inmigrantes, una veintena de ellos menores
Un cayuco con 90 inmigrantes de origen subsahariano y una patera con otros 19 magrebíes arribaron ayer a las costas de Tenerife y Fuerteventura. Un pesquero español rescató a medio centenar más en el Mediterráneo.
GARA |
Más de un centenar de inmigrantes, al menos una veintena de ellos menores de edad, arribaron ayer a las costas canarias en dos embarcaciones, mientras que un pesquero con base en la localidad española de Santa Pola (Alicante) rescató en el Mediterráneo a un grupo de cincuenta personas que se encontraba a la deriva y lo trasladó a Libia.
Un cayuco con noventa inmigrantes de origen subsahariano a bordo fue remolcado hasta el puerto de Los Cristinaos, en Tenerife, después de haber sido detectado a 14 millas de la costa. Entre seis y ocho de ellos tuvieron que ser atendidos por deshidratación e hipotermia y trasladados a un centro de salud. Los inmigrantes, entre los que había siete menores de edad, partieron, al parecer, de las costas de Gambia, según informó el delegado del Gobierno español en Canarias, José Segura.
También ayer, una patera con 19 magrebíes, 16 de ellos menores, llegó de madrugada a Morro Jable (Fuerteventura). En este caso, seis de ellos tuvieron que ser atendidos al presentar síntomas de hipotermia y rozaduras.
Además de la llegada de estos 109 inmigrantes a Canarias, el pesquero español Corisco rescató a 52 personas, entre las que había cinco mujeres y tres niñas, en aguas del mar Mediterráneo. A última hora de ayer, el pesquero permanecía a 80 millas de las costas de Trípoli (Libia) a la espera de que las autoridades libias dieran su permiso para entrar en puerto y desembarcar a los inmigrantes.
El barco, con doce tripulantes, recogió a los 52 inmigrantes que viajaban en una zodiac que se estaba prácticamente hundida y con capacidad para quince. Sus ocupantes, de origen magrebí y subsahariano, se encontraban bien de salud.
El patrón de Corisco, Antonio López, calificó de «complicada» la situación, ya que «el tiempo empeora y la comida escasea». Además, señaló que la embarcación no tiene condiciones para alojar a tantas personas y que los rescatados no han estado nunca en la mar y «están mareados, devolviendo y revolcados por el suelo».
Un pesquero español rescató en aguas del Mediterráneo a cincuenta inmigrantes que se encontraban a la deriva en una zodiac prácticamente hundida y esperaba el permiso para desembarcar el grupo en Libia.
El patrón del Corisco calificó de «complicada» la situación en el pesquero, ya que al empeoramiento del tiempo y la escasez de comida se añade la falta de condiciones para alojar a tanta gente en la embarcación.