SUDÁFRICA 37

ARGENTINA 13

Sudáfrica e Inglaterra repetirán el próximo sábado en la final de la Copa del Mundo el partido que jugaron ambos equipos en la primera fase. Entonces, los africanos apabullaron a los europeos con un contundente 36-0. Pero eso es historia, porque Inglaterra viene de eliminar a Australia y Francia, y porque esta vez sí estará Wilkinson sobre el césped.

Los springboks derrotaron ayer a una valiente Argentina que pagó los errores cometidos en la primera mitad. Demasiados regalos para una Sudáfrica que no tuvo compasión.

Argentina tuvo el saque inicial y lo aprovechó para comenzar jugando en campo rival. Respeto todo, miedo ninguno, parecían querer transmitir los novatos en estas lides.

Jugando a la mano, con valentía, los albiazules se metieron en la 22 rival. Pero Du Prezz interceptó un pase y recorrió ochenta metros sin que nadie pudiera darle caza (min 7, 7-0).

Argentina no acusó el revés y continuó percutiendo hasta que logró arrancar un golpe de castigo. Felipe Contepomi aprovechaba la oportunidad para recortar (min. 14, 7-3).

Comenzaba un toma y daca. Montgomery anotaba nada más sacar de centro (min.15, 10-3) y Contepomi fallaba -no era fácil- tres más tarde. Argentina dominaba con atrevimiento, mientras que Sudáfrica se dejaba querer a la espera de nuevos fallos rivales. Contepomi volvió a anotar en el 29 (10-6).

La estrategia sudafricana tuvo premio. Balón robado en la 22 propia, oval que pasa de mano en mano por los tres cuartos hasta llegar a Habana, y éste que se sirve un autopase con el pie por encima de la línea rival para exhibir su punta de velocidad y marcar (min 31, 17-6).

Y como no hay dos sin tres, un nuevo error albiazul, en este caso de su apertura Hernández, era aprovechado por Rossouw para anotar el tercer ensayo de los springboks (min. 40, 24-6).

Ensayo para la esperanza

Argentina regresó tras el descanso conjurada para remontar. A los cuatro minutos, y tras unos instantes de duda -hubo que consultar al árbitro televisivo-, los hermanos Contepomi encendían la ilusión. Ensayo de Manuel, transformación de Felipe (24-13).

Pero el gas no duró demasiado y se entró en una fase de tedio, sin claras oportunidades. Miel sobre hojuelas para Sudáfrica, que no tenía más quehaceres que dejar correr el reloj. Se diluía la posibilidad de voltereta. Más cuando Montgomery elevaba la renta a catorce puntos (min. 70, 27-13).

Los últimos minutos supusieron un castigo excesivo para Argentina y, al mismo tiempo, un reflejo de lo que se vio en la cancha. Golpe de Montgomery y, a renglón seguido, ensayo de Habana bajo palos tras robar el balón en su línea de 22. 37-13 a falta de cuatro minutos.

Todo el pescado estaba vendido, pero un placaje alto sudafricano dio paso a un baile de puños que se saldó con amarillas para el sudafricano Smith y el argentino Felipe Contepomi. Una lástima, sobre todo para una selección argentina que ha hecho historia. El viernes lucharán por el tercer puesto contra Francia.