Somos muchas las personas a las que nos inquietan los posibles efectos nocivos sobre nuestra salud que las antenas de telefonía móvil pudieran suponer. Los riesgos potenciales de la exposición continuada a la radiación electromagnética de estas antenas, descritos en numerosos estudios, se definen desde simples cefaleas hasta enfermedades graves como leucemia infantil.

Es cierto que no hay acuerdo respecto al daño que ocasionan. Sin embargo, existe una sensibilidad creciente acerca de su riesgo riesgo potencial y, así, se recomienda separar estas antenas de núcleos de población y, en todo caso, de lugares como escuelas u hospitales, ya que se consideran sujetos potenciales de mayor riesgo a niños y enfermos.

Existen indicios de que soportamos los efectos de una tecnología cuyas consecuencias presuntamente nocivas desconocemos. Y se desarrolla al amparo de los enormes beneficios generados a los propietarios de estas tecnologías, las empresas teleoperadoras, lo que hace sospechar que se obstaculice un conocimiento científico veraz sobre la materia hasta que la cuestión constituya una evidencia insoslayable, y el perjuicio esté causado.

Desde la situación de ciudadanos de a pie, madres y padres, y sufridores obligados de alguna de estas antenas, no podemos estar tranquilos. Sólo nos es posible expresar nuestro miedo ante una situación potencialmente peligrosa y no del todo analizada. Por ello, un grupo de personas estamos planteándonos solicitar un cambio de normativa tendente a un alejamiento de estas antenas de los núcleos de población, así como el establecimiento por parte de las instituciones de sistemas homologados de medición de radiación.

Sin ánimo de alarmismo, consideramos que podemos encontranos en una situación análoga a cuando se demostró que materiales como el amianto eran gravemente nocivos para la salud, tras muchos años de estudios y fallecimientos de personas que habían soportado su contacto continuado. Y por ello, desde la suma de nuestras sensibilidades e inquietudes, estamos empezando a trabajar para que esto no ocurra con las antenas de telefonía móvil y en nuestro entorno.