La primera de las antiguas esculturas de la Acrópolis fue retirada ayer de la parte más alta del templo del Partenón y transferida a un nuevo museo al pie de la famosa ciudadela de la colina.

El ministro de Cultura, Michalis Liapis, calificó a la operación efectuada durante 90 minutos, la primera de varias en las próximas semanas, como «un evento histórico de significado global».

En los próximos meses, unas 4.500 antigüedades, particularmente esculturas en mármol que datan de los siglos VI y V antes de Cristo, serán trasladadas al nuevo museo de la Acrópolis, ubicado a unos 400 metros de distancia. Las tripulaciones de tres grúas trasladaron una sección de dos toneladas de peso del friso del Partenón. Se trata de una loza de 160 metros de largo esculpida en relieve con más de 360 figuras humanas y otras 250 de animales de una procesión religiosa.

«Muy conmovedora»

Liapis indicó que la transferencia «fue muy sorprendente y muy conmovedora. Por primera vez en 25 siglos, las esculturas fueron transferidas al nuevo museo de la Acrópolis».

El ingeniero supervisor Costas Zambas indicó que la mudanza comenzó sin problemas y fue más rápida de lo esperado. El ingeniero señaló que los encargados habían decidido no llevar a cabo ninguna transferencia si las ráfagas de viento eran superiores a los 39 kilómetros por hora, aunque, «sin embargo, todo salió como en un sueño, totalmente seguro», agregó.

Las antigüedades, aseguradas por 400 millones de euros, serán empaquetadas en protecciones acolchonadas y colocadas dentro de cajas hechas de madera y metal, protegidas en su interior con espuma de estireno. Las esculturas del Partenón eventualmente serán exhibidas en el piso superior del nuevo museo, que cuenta con tres niveles diferentes y con vistas al templo antiguo.