Raimundo Fitero
El fiscal macarra
Aveces uno siente el temblor del pulso al escribir ciertos sujetos y ciertos adjetivos unos detrás de los otros. La sensación de pleonasmo acude como una coda apócrifa, un estribillo retórico, una fórmula metaliteraria de escapismo. Lo cierto es que en teoría el fiscal es quien acusa en nombre del Estado, por lo tanto se le supone con una cierta tendencia a la exageración y a dejarse llevar por los impulsos que dicta eso que llaman el ambiente, o el entorno, pero que acostumbran a ser órdenes dichas en cursiva. En la Sexta y en Fox están ofreciendo una serie sobre un fiscal que es el más macarra de todos los macarras. Antes de llegar a este cargo, había sido un abogado, pero de los que ganaba pleitos defendiendo a lo peorcito de la sociedad, es decir que viene del lado oscuro de la ley, para colocarse en el lado opaco, en la Fiscalía, pero manteniendo el mismo concepto de la Justicia, de los jurados, de los jueces y los abogados que cuando su sueldo se lo ganaba defendiendo a delincuentes de primer orden más peligrosos.
Sebastián «Shark» es un tipo duro, un borde, en el estilo «House», capaz de mentir, falsificar pruebas, buscar testigos falsos, cualquier cosa con tal de ganar sus casos. Un fiscal que tiene a algunos jueces en contra porque consideran que sus métodos no son muy recomendables, pero con los que acaba intimidando y llegando a acuerdos porque resulta ser un tipo listo. Del foco central del fiscal, al coro de colaboradores y personajes episódicos, un grupo de buenos actores con personajes muy definidos, que van tejiendo una visión nada complaciente, ni utópica del ejercicio de la justicia, lo que puede servir para hacer entender a algunos que no se trata de una ciencia exacta, sino de la inexactitud de unas pruebas que son teñidas de auténticas por el arte de los contendientes. Los hechos tienen su importancia, pero en ocasiones parecen algo absolutamente relativo. Se trata de tener un buen argumento y repetirlo de manera contundente y hacer cantar a los sospechosos utilizando los métodos más canallas y chantajistas. Ya tenemos otro héroe llegado de lo políticamente incorrecto, ahora un fiscal macarra. ¿Será un pleonasmo?