El TSJPV, Lakua y la exaltación franquista
La portavoz del Gobierno de Lakua, Miren Azkarate, reprendió al alcalde de Donostia, Odón Elorza, por su denuncia de que Lakua autorizara la celebración, en pleno centro de la ciudad, de una marcha de Falange. Como es conocido esa marcha no llegó a celebrarse, y los «ultras» fueron retenidos en un centro comercial, pero la decisión de la Ertzaintza de acordonar a los participantes en un acto de protesta por la convocatoria filofranquista derivó en los más graves incidentes vividos en Donostia en los últimos años.
Según Azkarate, el Departamento de Interior prohibió el acto falangista, pero al autorizarlo el TSJPV la Ertzaintza no pudo hacer otra cosa que canalizar esa decisión. A la luz del auto del TSJPV, conocido ayer, Lakua no prohibió ese acto de exaltación violenta, sino que simplemente trasladó al tribunal la conveniencia de que éste se desarrollara en Anoeta y no en el Boulevard. Ese consejo se razonaba en la existencia de una experiencia anterior en que la presencia «ultra» derivó en disturbios. Ese argumento, tantas veces utilizado para cercenar el derecho de manifestación a ciudadanos vascos, no se quiso utilizar esta vez por Interior para prohibir el acto, mientras que el TSJPV, tan dado a limitar proyectos de sectores de amplia implantación en este país, trató, una vez más, de dar un altavoz a un grupúsculo fascista español.