CRÓNICA | ROJAS MARCOS EN IRUÑEA
Hacer ejercicio físico regular y sentirse útil, claves para prevenir la depresión y la soledad
El optimismo frente a la soledad y la depresión. este es el título de la conferencia que dio ayer en iruñea Luis Rojas Marcos, siquiatra de renombre mundial y profesor de la Universidad de Nueva York. En un tono ameno, y aliñado de fino humor, Rojas Marcos expuso algunas claves para prevenir la depresión y mantener actitudes optimistas o positivas en la vida, para «soportar y llevar mejor nuestra ineludible caducidad».
Iñaki VIGOR
«Que levanten la mano las personas que en algún momento de su vida han hablado solas en alto», pidió el siquiatra sevillano a los periodistas, fotógrafos y cámaras que habían acudido a la rueda de prensa previa a su conferencia. Prácticamente todos levantamos la mano, incluida la consejera Isabel García Malo y los representantes de La Caixa que han organizado esta visita de Rojas Marcos a Iruñea.
La casi unanimidad de la respuesta dio pie a este reputado siquiatra para afirmar que «hablar es bueno desde el punto de vista sicológico», y que si no tenemos con quien hablar, «le hablemos al perro, al gato, al pajarito o a la plancha».
«Está demostrado que las personas que forman parte de un grupo familiar, de amigos, religioso, deportivo... superan mejor la adversidad que quienes se sienten aislados», explicó Rojas Marcos. «También es bueno escribir, porque hay gente que escribe con más facilidad que habla. Pero escribir no como lo que hacen ustedes -precisó a los periodistas- sino escribir lo que se siente».
Otra clave para prevenir la depresión, a la que este siquiatra dio incluso más importancia que al hablar, es el ejercicio físico regular, para lo que propone practicar veinte minutos al día durante tres días a la semana. «Si hay algo en el mundo de la prevención que es consistente -dijo-, es el ejercicio físico. Se puede hacer en el jardín, subiendo escaleras o andando por la calle. Esto es bueno no sólo para prevenir enfermedades cardiacas o metabólicas, sino también la depresión, la ansiedad y el estrés».
«autoestima más alta»
Otra fórmula para prevenir la depresión que propone este siquiatra es «diversificar las parcelas de satisfacción con la vida», y lo ejemplariza: «La gente adinerada no suele invertir todo el dinero en el mismo negocio, sino que lo diversifica. De la misma manera, conviene no centrarnos sólo en la pareja, los hijos, el trabajo... sino diversificar, de forma que si nos va mal en un aspecto de nuestra vida, haya otros que nos puedan ir mejor. Está demostrado que si una persona se separa, que es un proceso muy traumático, supera mejor la ruptura si, por ejemplo, es feliz en su trabajo».
Y como cuarta fórmula, Rojas Marcos propone un verbo que existe en inglés pero no en castellano («no sé si existe en euskera», tuvo el detalle de reconocer), y que él se toma la licencia de llamar «voluntariar», o lo que es lo mismo, ejercer el voluntariado. «Las personas que dedican una hora a la semana a actividades de voluntariado duermen mejor, beben menos alcohol, fuman menos y tienen una autoestima más alta. Ayudar a otros nos ayuda también a nosotros mismos, en el sentido de que nos hace sentirnos útiles. La inutilidad es muy penosa, mientras que el voluntariado -añadió- es una forma de hacer nuestra vida más flexible, más diversa, y de protegernos frente a la soledad y la depresión».
¿Y si alguien ya está sumido en la depresión? En estos casos, recomienda a sus pacientes que hablen con seis personas cada día, o que el día anterior escriban los nombres de las personas con las que van a hablar. «A mí me sorprendió el impacto que esto tiene. Esto no cura la enfermedad -aclara-, pero sí ayuda a soportarla mejor. Si eres una persona introvertida, pesimista de nacimiento, estas actividades resultan beneficiosas porque requieren funciones ejecutivas, es decir, fuerza de voluntad, tesón, autocontrol, motivación...».
Rojas Marcos distinguió entre sentirse triste, «que es algo normal en diversos momentos de la vida», y estar depresivo, «que tiene síntomas a nivel emocional, como pensar que uno no sirve para nada, o a nivel físico, como no poder dormir o perder el apetito, y en este caso se trata de una enfermedad».
Como despedida, contó una anécdota ilustrativa del pesimismo: «Una señora me dijo en el avión que `España está fatal, porque estamos rodeados de maltratadores y de terroristas'. ¿En su entorno familiar o vecinal hay mucho maltratador?, le pregunté. ¿Y terroristas, a cuántos conoce? Al final, esa señora reconoció que dijo eso por los telediarios. Es decir, había confundido la noticia, que es algo que tiene pocas probabilidades de ocurrir, con la vida normal».