Las bolsas frenaron la marcha alcista de la semana pasada asustadas ante un cóctel de malas noticias. De un lado, el precio del petróleo, que alcanzó cotas históricas a ambos lados del Atlántico; y de otro, los descensos de Nueva York, que se veía arrastrado por la inestabilidad del sector financiero y los miedos a unas cuentas trimestrales poco alentadoras dentro de ese mismo sector. Así, Citigroup anunciaba una caída del 57%, la mayor en los tres últimos años, en el beneficio del pasado trimestre. El grueso de estos malos resultados se encontraba en las pérdidas derivadas de las hipotecas de alto riesgo y de la división de renta fija. No obstante, no fue un día de dirección única, y sólo al final, tras algunos fuertes vaivenes, se vino abajo el Ibex. Al cierre, perdió un 0,48%, hasta 15.187,50 puntos. Londres (-1,28%), Francfort (-0,89%) y París (-0,62%) tampoco evitaron los números rojos. En el Ibex, el valor más destacado fue Santander (+0,80%), que mantuvo el tipo gracias a varias mejoras de recomendación. Su rival BBVA (-1,02%), el peor de los grandes, no tuvo la misma fortuna. Telefónica y Repsol cedieron algo más del 0,10%, e Iberdrola, un 1,02%. De los ganadores, sobresalió Gamesa (+2,14%). La lista de perdedores fue más nutrida. Al frente de todos, Colonial y Acciona, que recortaron más de un 4%. Sogecable, Acerinox, Mapfre, Bankinter, Sacyr y Antena 3 cedieron por encima del 2%. En París, los avances de LVMH (+2,54%), Total (+1,51%) y Danone (+1,10%) evitaron una caída mayor del CAC 40. Peugeot (-3,69%) y Michelin (-2,89%) fueron los más penalizados.