Los sindicatos ELA, UGT y CCOO se movilizaron ayer en el peaje de Biriatu y vías cercanas, en el marco de la campaña internacional «la fatiga mata», que pretende sensibilizar sobre la incidencia de las extensas jornadas laborales de los transportistas en la alta siniestralidad que registra el sector, así como informar a los conductores de las alteraciones que «el autoempleo, la desregulación, la privatización y la liberalización» producen en la industria del transporte de carretera.

Así, representantes del sindicato ELA repartieron unas hojas informativas entre los transportistas en el peaje de Biriatu. Sobre la situación del sector, la central que dirige José Elorrieta denunció que «en muchas ocasiones, los salarios y las condiciones de trabajo se han deteriorado, ha aumentado la eventua- lización de los puestos de trabajo y ha empeorado la seguridad».

ELA precisó, asimismo, que «un gran número de conductores profesionales se han visto forzados a trabajar como conductores propietarios, situación que, en la práctica, equivale al autoempleo», y reclamó «una mejor regulación y un mayor control del sector».

CCOO y UGT, por su parte, se movilizaron ayer en Irun, con motivo también de la iniciativa internacional contra la siniestralidad en el sector de transporte por carretera, en marcha a instancias de la ITF, organización sindical internacional, que a lo largo de esta semana promueve una campaña que persigue reducir los tiempos de trabajo de ese colectivo y mejorar sus condiciones laborales, así como que esta medida sea recogida por ley.

CCOO denunció que la alta siniestralidad que presenta el sector «es fruto del aumento de la carga de trabajo y la atención exigida durante la conducción, que son el detonante de una fatiga que puede desembocar en un trágico accidente».

Ritmos excesivos

El responsable sectorial de UGT José Luis García Olazabal, por su parte, recordó en un comunicado a los transportistas muertos en accidentes. Denunció que a esas muertes contribuyen «las difíciles condiciones a las que están sometidos» los camioneros, conductores de autobuses y chóferes de transporte por carretera en general, ya que padecen «cargas y ritmos de trabajo excesivos».

Por ello, reclamó la adopción de «medidas correctoras» como la jubilación anticipada, la limitación de la jornada efectiva de trabajo a un máximo de 48 horas semanales o la potenciación de las inspecciones de control sobre los tiempos de conducción y descanso, entre otras actuaciones.