las islas feroe emergen en la bruma soberanista
Oro negro para la independencia
Las Islas Feroe esperan descubrir cuanto antes el oro negro que podría permitir a este archipiélago perdido en las brumas del Atlántico Norte alcanzar por fin su sueño de independencia y, de ese modo, romper las amarras históricas con el reino de Dinamarca.
Slim ALLAGUI periodista (AFP)
La nueva esperanza se llama «TransOcean Rather», una plataforma petrolífera que ha empezado este fin de semana una nueva perforación frente a las costas de las islas. En Torshavn, capital de este territorio que comprende 18 islas, se sigue con mucha atención el rastro de este coloso de acero deseando que el petróleo brote finalmente, como lo hace al otro lado de las fronteras marítimas con Gran Bretaña. «Esperamos que esta vez sea la buena», comenta Anna, una estudiante de 16 años. Se trata de la sexta campaña de perforación desde el año 2001, fecha de la apertura de una serie de prospecciones petrolíferas que hasta ahora no han obtenido resultados.
El descubrimiento de yacimientos de petróleo y gas que pudieran ser explotados y comercializados reforzaría las crecientes aspiraciones independentistas de la mayoría de los 48.000 habitantes del archipiélago, que desde 1948 cuenta con un estatuto de autonomía dentro del reino de Dinamarca.
La compañía petrolífera británica BP va a perforar un nuevo pozo, hasta 4.700 metros de profundidad, al sureste del archipiélago, a unos 15 kilómetros de las aguas escocesas ricas en hidrocarburos.
Las pruebas positivas realizadas por la corporación Chevron en julio pasado en Rosebank, al noroeste de las Islas Shetland y a menos de 15 kilómetros de las Feroe, volvió a sembrar la esperanza entre los feroeses. Se trata de una señal muy alentadora según los expertos, ya que ese lugar no está muy lejos del que ha elegido la BP. Un optimismo que, sin embargo, es moderado por el responsable de la multinacional británica Hjarnar Djurhuus: «Hay una oportunidad sobre diez de caer sobre petróleo», puntualiza.
No obstante, el interés de las compañías petrolíferas no se ha visto reducido a pesar de las primeras investigaciones estériles. Por ello, a finales de este año, el Gobierno de las Feroe prevé lanzar una tercera ronda del concurso para licencias de exploración y producción. «Aunque las dos rondas realizadas en 2000 y 2004 no han dado resultados, grandes compañías internacionales se han mostrado interesadas en una tercera ronda de concesiones, porque aún creen en el potencial petrolífero del subsuelo de nuestras islas», explica Sigurö Jakupsstovu, director de la Oficina del Petróleo. «El interés por las aguas de las Islas Feroe es alimentado por los precios cada vez más elevado del crudo y por nuestras competitivas condiciones de explotación, con impuestos a las sociedades petrolíferas del 27% y del 54% como máximo sobre grandes yacimientos», precisa.
Copenhague cerraría el grifo
Actualmente, el Gobierno de las Islas Feroe recibe una ayuda directa anual de 630 millones de coronas danesas (84,5 millones de euros) de Copenhague, que garantiza también los gastos inherentes a la policía, defensa y justicia con, aproximadamente, 200 millones de coronas suplementarias, según indica el viceprimer ministro Bjarni Djurholm. Estos subsidios, que representan un 20% del presupuesto del archipiélago, «disminuirán en función de los posibles ingresos futuros del petróleo», según establece un acuerdo alcanzado con Copenhague.
Y es que, a falta de petróleo, la economía de las Feroe no tiene muchos más recursos que los provenientes de su rica pesquería. El sector pesquero, basado en el bacalao y sus derivados, representa un 97% de las exportaciones del archipiélago y emplea a un 33% de la mano de obra. La construcción y los servicios privados ocupan otro 33% de los empleos y los servicios públicos, un 34%.
La población laboral es de 25.260 personas, según datos de 2006, y la tasa de desempleo es del 1,4%.
Ante el impulso soberanista, Dinamarca ya advirtió en 2001, cuando estuvo a punto de celebrarse un referéndum decisorio, que la independencia tiene un precio: el corte de la ayuda danesa, una amenaza que sorprendió a los feroeses. Además, Copenhague fijó un plazo de sólo 4 años para cerrar totalmente ese «grifo», mientras que desde las islas se quería fijar un horizonte de 12 años para cortar todos los lazos con la metrópoli.
Institucionalmente, el archipiélago esta regido por un Parlamento monocameral, denominado Loegtingö, que es el que elige al Gobierno, Landsstyri. El actual Ejecutivo está encabezado por el primer ministro socialdemócrata Joannes Eidesgaard, que alcanzó el poder tras las elecciones legislativas del año 2004.
Dinamarca mantiene en exclusiva las competencias en Asuntos Exteriores, Justicia, Policía y Defensa. No obstante, como recoge la Wikipedia, en 2005 se otorgó a las Feroe la potestad de llevar a cabo sus propias relaciones internacionales y su propia política de seguridad. Así, mantiene una embajada en Londres, aunque supeditada a la embajada danesa, y forma parte del Consejo Nórdico, en el que se integran los distintos estados nórdicos. También elige dos diputados al Parlamento danés.
El archipiélago está reconocido como nación y también dispone de selecciones deportivas que compiten en torneos internacionales oficiales. Pero, sin duda, el mejor ejemplo del grado de soberanía alcanzado es la posibilidad de las ciudadanas y ciudadanos de las islas de ejercer el derecho a decidir. En 1973, cuando Dinamarca apostó por ingresar en la Comunidad Económica Europea, los feroeses optaron por quedarse fuera y su decisión fue respetada, por lo que a día de hoy no pertenencen a la Unión Europea, aunque sí cuentan con una representación oficial en Bruselas para abordar temas que afectan directamente a sus intereses económicos. Es más, la posibilidad de que sus habitantes opten en el futuro por la independencia ya ha sido asumida por Copenhague.
Según aseguró a la agencia France Presse el politólogo Borge Eliansen, «los feroeses, en su mayoría, están a favor de de la independencia y quieren, al mismo tiempo, mantener relaciones de cooperación con Dinamarca, del mismo tipo que las que regulan las relaciones entre los países de la Commonwealth».
Por su parte, mientras oberva el mar del que podría surgir un día el oro negro, Knud Gray, jefe-maquinista de un buque portacontenedores, resume la opinión de muchos de sus compatriotas: «El petróleo sería el maná providencial para cortar el cordón umbilical de más de seis siglos con el reino de Dinamarca».
De las 18 islas que componen este archiélago del Atlántico Norte, 17 están habitadas. Conforman una superficie de 1.399 kilómetros cuadrados, con 1.100 kilómetros de costa bañada por la Corriente del Golfo. La montaña más alta asciende hasta los 882 metros sobre el nivel del mar.
Las Feroe se ubican, aproximadamente, a 300 km al noroeste de Escocia, a 430 km al este de Islandia y a unos 600 km al oeste de Noruega.
Su población es de 48.220 habitantes. La mayoría habla feroés, lengua derivada del noruego antiguo; el danés también es oficial. La capital es Torshavn, con 19.300 habitantes.
El sector pesquero, con sus productos derivados, representa el 97% de las exportaciones y emplea a un 33% de la población en edad laboral.
Siglo vii d.c.
Monjes irlandeses y, luego, ermitaños escoceses se instalan en el archipiélago, hasta que son expulsados por los vikingos noruegos, que crean los primeros poblados.
825
Las Islas Feroe se atribuyen ser la más antigua y la más pequeña de las democracias, con un Parlamento (denominado Loegtingö), datado en el año 825.
1035
Tras dos siglos de independencia, quedan bajo dominio de la Corona de Noruega. Con la Unión de Kalmar entre Noruega y Dinamarca, pasan a depender de ésta.
1940
Debido a su ubicación estratégica, durante la Segunda Guerra Mundial caen en manos de la Alemania nazi. Ese mismo año son ocupadas por las tropas británicas.
1948
El Gobierno de Copenhague concede al archipiélago un estatuto de autonomía, por el que traspasa numerosas competencias al Gobierno de Torshavn.
1973
La ciudadanía rechaza en referéndum su incorporación a la Comunidad Económica Europea (CEE) cuando Dinamarca decide hacerlo. No son miembro de la UE.