De cómo el arte ha representado durante siglos el sexo como fuente de placer
Desde la antigüedad, los artistas se han interesado por la representación de la actividad sexual no como acto para procrear sino sobre todo como fuente de placer, y ése es el tema central de una exposición abierta en la galería del Barbican Centre londinense.
Joaquín RÁBAGO
Periodista (EFE)
La exposición, titulada «Seducidos: Arte y Sexo desde la Antigüedad hasta ahora», reúne unas 300 obras que cubren un período de dos milenios y que incluyen estatuas romanas, manuscritos indios, pinturas renacentistas y barrocas, acuarelas chinas, grabados japoneses, fotografías eróticas del siglo XIX y arte contemporáneo en distintos medios como la fotografía y el vídeo. Destinada a suscitar un debate sobre las cambiantes actitudes públicas ante la representación de la actividad sexual en el arte, incluye imágenes explícitas que van desde los etruscos hasta Picasso o Andy Warhol.
Porque la exposición trata al mismo tiempo de cómo muchas obras de contenido explícitamente sexual han permanecido ocultas en museos o colecciones en determinadas épocas para reaparecer luego a la luz pública al cambiar la moralidad imperante. Así, mientras en la antigua Grecia eran moneda corriente las imágenes que representaban actos homo o heterosexuales, en la Inglaterra victoriana eran guardadas celosamente bajo llave en departamentos secretos como el que tenía el Museo Británico. La supervivencia de muchas de las obras como las que integran la exposición ha dependido en muchos casos del coleccionismo particular, como señalan los tres comisarios: Marina Wallace, de la University of the Arts, de Londres; Martin Kemp, de la Universidad de Oxford, y Joanne Bernstein, asesora del banco UBS. «Lo que hoy era aceptable, no lo era ayer, y lo que hoy no lo es, tal vez deje de serlo en el futuro. El concepto de la censura cambia según la sociedad, la política y las costumbres. Queremos que quien venga a la exposición se haga preguntas sobre el erotismo, la línea divisioria entre arte y pornografía».
El material es inmenso, y los tres expertos han tenido que hacer una cuidadosa selección, que comienza con algunas esculturas del período clásico romano de sátiros y ninfas y el famoso «Hermafrodita», que tanto impresionó en su día a Velázquez. Siguen frescos con escenas eróticas de burdeles y casas privadas de Nápoles que sorprenden por su extraordinaria calidad artística y su buen estado de conservación, además de todo tipo de artefactos de la época romana.
Los comisarios han logrado reunir por primera vez objetos del llamado «Gabinete Secreto» del Museo Arqueológico de Nápoles y de su equivalente del Museo Británico.
Hay excelentes grabados eróticos renacentistas, entre ellas «I Modi» (Las Posiciones), obra de Giulio Romano, acompañada por los sonetos licenciosos de Pietro Aretino, así como pequeños grabados eróticos de Rembrandt e incluso un cuaderno secreto de quien menos se podía esperar: el paisajista JMW Turner.
Un horóscopo persa representa a 28 príncipes y princesas de la dinastía Qajar en diversas posturas sexuales. Una de las salas está dedicada al pintor y su modelo y exhibe dibujos explícitamente eróticos de Renoir, Schiele, Klimt y Picasso, de quien se muestra una auténtica joya: un lienzo del 1903 procedente de los depósitos del Metropolitan Museum of Art neoyorquino y que muestra a una muchacha de espaldas practicando el sexo oral sobre el joven artista.
De sexo oral tratan también un conocido filme de Andy Warhol, que se proyecta durante la exposición, y su respuesta femenina, de la británica K r buxey, de una duración de 40 minutos, aproximadamente la misma que el Requiem de Fauré, que sirve de místico fondo musical.
Una sección está dedicada al surrealismo de Breton y sus secuaces, y otra a los libros prohibidos por la censura, entre ellos los del Divino Marqués.
Título: »Seducidos: Arte y Sexo desde la Antigüedad hasta el presente». Lugar: Barbican Centre de Londres
Fecha: Del 12 de octubre al 27 de enero.