Cómplices necesarios
El calendario social de la semana pasada nos dejaba tres días en los que las mujeres somos protagonistas: pobreza, cáncer de mama y no violencia. El 25 de noviembre será el Día Internacional contra el maltrato a las mujeres, aunque la violencia de género es el pan nuestro de cada día.
Hoy cedo el txoko a Gustavo Acevedo. No tengo el gusto de conocerle, pero he leído sus reflexiones en hiperlink (http://www.eleusis.net). Estoy de acuerdo con él, y como me temo que son pocos los hombres que os asomáis a esta web, pero cada día más los que estáis de acuerdo con lo que se dice en ella, le transcribo parcialmente porque el espacio no da para más.
«Hoy la mayoría de los hombres se dicen partidarios de la igualdad. Socialmente está `mal visto' que un hombre apoye la discriminación y la violencia contra las mujeres. Y esto es un éxito `cultural' de décadas de movilizaciones feministas. Pero los éxitos en la conciencia social, como todos, son relativos... Se aceptaría la igualdad si ellas continúan con sus `funciones': esto es, si a `sus' tareas domésticas añaden las laborales (la doble jornada), si `sus' tareas cuidadoras no son eliminadas por la igualdad... Es decir, los hombres en ningún caso deben perder sus privilegios. Como si fueran nuestros por `naturaleza' y no consecuencia de unas determinadas relaciones sociales entre los sexos.
Los privilegios de los hombres son consecuencia del actual sistema de dominación y opresión que fomenta el Patriarcado. El modelo capitalista no es sólo un sistema de explotación económica. Las relaciones sociales capitalistas heredan otros sistemas de dominación que son necesarios para su existencia. El modo de producción basado en la explotación requiere otros sistemas e instituciones sin los cuales carecería de fuerza para imponerse y perpetuarse... Y una de las claves es el Patriarcado. Por ello, las leyes que promulga la posmoderna `sociedad igualitaria' nunca eliminan las bases del Patriarcado y los problemas reales de la violencia de género continúan presentes... por la complicidad de la mayoría de los hombres; por nuestra pasividad ante la violencia que ejecutan nuestros congéneres hacia las mujeres.
Un hombre que pretenda alternativas y transformaciones sociales no puede permanecer pasivo ante la violencia machista de sus congéneres, ante la lucha de las mujeres por la igualdad. (...) No puede existir una sociedad igualitaria sin abolir el Patriarcado... La desigualdad económica se alimenta de otras discriminaciones: por el género, por la etnia, por la cultura y la religión, por la inclinación sexual... Nunca habrá igualdad real para unos si no existe para todos los seres humanos.
Que los hombres empecemos a movilizarnos contra la violencia machista es un deber moral y político. El silencio y la pasividad nos hace cómplices...». A quienes os interese lo encontraréis en la dirección: gusacevedo@telefonica.net. Yo pienso felicitarle.