El Getxo Artea se vuelve de su viaje a tierras madrileñas con un punto bonus en su mochila, pero con la sensación de que pudieron haber conseguido la victoria ante un CRC Madrid Noroeste que, salvo en momentos muy concretos, mostró un nivel muy por debajo de lo esperado. La derrota escuece un poco más si cabe porque llega cargada de polémica debido a un arbitraje bastante flojo y nada equitativo.

Apenas comenzado el partido, llegó una jugada que, a la postre, acabó siendo decisiva. En el minuto seis de juego, Salazar conseguía interceptar un pase de los gualdinegros y acabó posando el balón en la zona de marca getxotarra para desesperación de Asier Basterretxea.

Y es que el primera línea madrileño se había hecho con el balón partiendo de una clara posición de fuera de juego, algo que Ruiz Jiménez no decretó. De hecho, el árbitro, debutante en la categoría, estuvo poco acertado en sus decisiones a lo largo de todo el encuentro.

Este primer revés descentró a los gualdinegros durante unos minutos, pero no tardaron en rehacerse. A partir de ahí, el partido se convirtió en una especie de desafío entre los aperturas de uno y otro equipo en los lanzamientos a palos. Tanto el samoano del CRC Madrid Noroeste, Douglas Sanft, como el argentino del Getxo Artea, Jeremias Palumbo, demostraron un porcentaje de acierto demoledor, ya que pasaron prácticamente todas sus patadas.

En la segunda mitad, fue el el equipo vizcaino quien ofreció mucho más sobre el terreno de juego y quien dominó con cierta autoridad. Una jugada completa les bastaba para ponerse por delante en el marcador, pero el ensayo no llegó y tuvieron que conformarse.