NAFARROA OINEZ 2007
La ikastola de Viana abre la puerta al futuro con la llave de la solidaridad
Un Nafarroa Oinez dio a la ikastola de Viana su primera sede al cumplir los quince años, en 1992, y otro Oinez le permitirá ampliar las instalaciones al llegar a la treintena. Decenas de miles de euskaltzales de todo el país -posiblemen- te cerca de 100.000- se acercaron hasta la muga con La Rioja para respaldar este proyecto y disfrutar del día. Pero nada de eso hubiera sido posible sin los 2.000 voluntarios. Muchos de ellos seguirán trabajando incluso hoy.
Ramón SOLA | VIANA
Una noche casi de helada y un cielo muy estrellado daban la bienvenida a los más madrugadores de los 2.000 voluntarios que ayer arrimaron el hombro en Viana para que el Oinez saliera a pedir de boca. También estaba oscuro y el termómetro superaba por poco los cero grados cuando decenas de miles de euskaltzales navarros y de todo el país se calzaron las botas para llegar a esta ikastola fronteriza entre Nafarroa, Araba y La Rioja. Unos y otros -los que trabajaron y los que sólo disfrutaron- te- nían la llave para dar un nuevo impulso al proyecto de Erentzun Ikastola, como resaltaba el lema: «Giltza daukagu». Y la usaron para abrir las puertas del futuro a esta ikastola. Si un Oinez sirvió para levantar la actual sede hace quince años, otro permitirá ahora ampliarla.
«El edificio que tanto esfuerzo nos costó se ha quedado pequeño, y desde luego ésta es una buena señal», apuntaba con humildad Ventura González, el actual presidente de la ikastola. Casi en la prehistoria quedan ya los casi quince años en los que Erentxun tuvo que pasar por siete emplazamientos diferentes, en una provisionalidad absoluta. De los 17 alumnos iniciales ha pasado a los 133 actuales. Ninguno había nacido cuando se acogió el anterior Oinez. Hasta el nombre de la localidad ha cambiado; entonces era Biana y ahora es Viana. Pero lo importante es que el proyecto se ha asentado y sigue creciendo.
55 voluntarios por txozna
La participación pudo situarse cerca de las 100.000 personas, que es la cifra situada habitualmente como objetivo en la fiesta anual de las ikastolas navarras. Desde un helicóptero, la Policía Foral hizo un «recuento estático» a las 14.00 y aseguró que había estacionados 9.500 turismos y 190 autobuses. Pero tan importante o más que la presencia de visitantes fue la de voluntarios. González subrayaba como ejemplo el apoyo recibido de la ikastola de Bera, que organizó la edición anterior. Viana ayudará ahora a Jaso, de Iruñea, la próxima anfitriona.
Una solidaridad que no entiende de divisiones territoriales: hasta la localidad de Lizarraldea se acercó por ejemplo un buen número de amigos desde Irura, que acogerá el Kilometroak 2008. En Viana hubo probablemente más voluntarios que nunca: cerca de 2.000. Esto hizo que todo estuviera perfectamente atendido: los aparcamientos, las actividades, los puestos de venta de ropa de todo tipo, los de comidas y bebidas... Por aportar un dato, en la txozna del área 5 -que no era de las más concurridas- se contaban al mediodía nada menos que 55 personas sacando refrigerios o preparando bocadillos.
El trabajo ni siquiera concluyó ayer. Hoy, pese a ser lunes, desde puntos como Iruñea o Donostia se seguirá madrugando para acudir a Viana y ayudar a Erentzun a limpiar el circuito.
«Una fiesta impresionante»
Los implicados en este enorme auzolan fueron los protagonistas por encima de la aglomeración de representantes políticos de todas las siglas, salvo UPN-PP, que se dieron cita en el acto de inauguración. Allí llovieron declaraciones casi coincidentes en favor de la potenciación del euskara y las ikastolas, palabras que en los próximos 364 días volverán a darse de bruces con la realidad en muchos casos. Quien más interés concitó fue Carlos Pérez-Nievas, que en los últimos años había sido un habitual en el Oinez como representante de CDN pero ayer llegaba con nuevos «galones»: los de consejero de Educación del Gobierno de Nafarroa.
Pérez-Nievas dijo que su presencia era inexcusable. No son los políticos los que dan lustre al Oinez, sino que el Oinez se lo da a los políticos. El nuevo consejero tomó incluso el micrófono en el acto de apertura de la jornada y reconoció que ésta es «una fiesta siempre impresionante». El consejero ha llegado al cargo anunciando un nuevo tono después de la era de Pedro Pegenaute y usó su intervención para insistir en ello. Aludiendo al símbolo de esta edición, indicó que «todos tenemos que tener la llave para abrir una nueva etapa en la que espero que el euskara no sea elemento de confrontación. Las ikastolas son parte del sistema educativo y queremos que también se sientan parte de él», añadió Pérez-Nievas. Recibió el agradecimiento de la Federación de Ikastolas y unos aplausos tibios de los centenares de euskaltzales congregados en el patio de la ikastola. Luego emprendió la marcha por el recorrido, sembrado de pancartas con lemas como «Eskolak euskaldundu, ofizialtasuna», «Euskarari ateak ireki, gora Euskal Herria askatuta» y «Euskara bultzatuz, Euskal Herria eraiki». También hubo señales de apoyo a los presos y la Mesa Nacional de Batasuna.
La inauguración volvió a brindar fotos muy infrecuentes de saludos cordiales entre políticos de todas las formaciones. Esta vez la acogida más fría fue quizás la dispensada a los dirigentes del PSN, con el secretario general, Carlos Chivite, y el pre- sidente, Román Felones, a la cabeza. Estuvieron también Joseba Egibar por el PNV, Pernando Barrena, Patxi Urrutia y Marije Fullaondo por parte de la izquierda abertzale, la diputada de NaBai Uxue Barkos, el coordinador de Aralar Patxi Zabaleta, los representantes de EA Iñaki Cabasés y Koldo Amezketa, y otros dirigentes de IUN, Batzarre... El Gobierno de Lakua también envió una nutrida representación, con los consejeros Miren Azkarate y Tontxu Campos y el viceconsejero de Política Lingüística, Patxi Baztarrika.
La imagen de este último saludando a Pérez-Nievas fue una de las que más morbo despertó, después de la manera en que el consejero navarro despachó la propuesta de un órgano común interinstitucional en favor del euskara trasladada por Baztarrika. Preguntados por la cuestión, ambos evitaron entrar en polémicas; Baztarrika aseguró que «en el futuro» esa colaboración Iruñea-Lakua será realidad.
Lleno sin agobios
Hoy será hora de hacer cuentas, pero el joven director de la ikastola, Aritz Lizarraga, aseguraba a media tarde que los objetivos parecían cumplidos, como probaba el hecho de que algunos puestos «se están quedando sin género». Los más rezagados tuvieron problemas para hallar bocadillos en más de un área.
El buen tiempo hizo que el día fuera largo. Hubo música de todo tipo y ocasión también de visitar una localidad monumental y hasta ayer desconocida para muchos vascos.
El actor y presentador Andoni Agirregomezkorta tiritaba mientras veía en mangas de camiseta a responsables de la ikastola: «Estos son navarros, ¿o será que no hace frío?». El día amaneció con apenas 2 grados. Pero luego se alcanzaron los 22 al sol.
El recorrido preparado por la organización discurrió casi en su totalidad entre los viñedos de los campos de Viana, durante algo más de 6,5 kilómetros en los que predominaba el tono rojo que toman las vides en esta época del año.
El día fue uno de los más claros y rasos del año, lo que permitió que durante el camino se vieran con total nitidez el cresterío de la sierra de Toloño o el cercano monte Ioar, que es además uno de los nombres típicos de los niños de la zona.
Tras pasar en los últimos años por enclaves alejados de la capital como Lodosa-Sartaguda, Irunberri, Tutera, Lizarra, Altsasu-Urdiain, Bera o Viana, el Nafarroa Oinez volverá a Iruñea en 2008. La ikastola Jaso -ubicada entre el barrio de Mendebaldea y Barañain-se prepara para tomar el relevo, esperando que la climatología se parezca más a la de ayer que a la de la edición de 1999, cuando le tocó un auténtico día de perros.
Los preparativos ya están iniciados, y es que este tipo de eventos se preparan con mucha antelación y cada organizador aporta su bagaje de experiencia al que le sigue. El objetivo de Nafarroa Oinez 2008 será sufragar la ampliación del centro, como ocurre en Viana (en Erentzun ya llevan tres semanas de obras que se podrán llevar a cabo con lo recaudado ayer).
Xabier Azanza, presidente de la Federación de Ikastolas de Nafarroa, confirmó además que la siguiente cita será en Etxarri-Aranatz, también con experiencia en este tipo de eventos. Esperan que para entonces se puede estrenar la sede de la ikastola, que hasta el momento era la única que no contaba con un edificio propio.
Además, en Altsasu se está levantando el nuevo edificio para niños de 0 a 6 años con el dinero conseguido en el Oinez de hace dos años. «Poco a poco vamos a haciendo nuestros etxeko lanak», saludó Azanza. El apoyo popular, como se demostró de nuevo ayer, es la garantía.
Las siete áreas se nombraron con zonas que «abastecen» de alumnos a la ikastola. Por eso, una se llamaba Errioxa -a muchos les sorprendió descubrir que Logroño está a sólo nueve kilómetros-, otras Bargota o Aras (Nafarroa) y una más Moreta (Araba).
A primera hora de la mañana se pudo llegar a Viana con normalidad, pero luego se produjeron retenciones en la N-111 (la antigua Iruñea-Logroño), por la que fueron desviados los coches para que la autovía quedara libre para el flujo de autocares.
En las txoznas sólo se podían utilizar vasos reutilizables, adquiridos a un precio de un euro que se devolvía al final de la jornada si no se deseaba llevarlo a casa. Reintegrar a la barra los cascos de las botellas se «recompensaba» también con un euro.
Tres generaciones de alumnos se encargaron de cortar la cinta: Susana Pellejero, de la primera promoción; David Oliván, que acaba este año (6º de Primaria); y Josune Fernández, recién llegada. Usaron las mismas tijeras empleadas en el Oinez 92.
Una de las ofertas específicas de este Oinez eran los productos de la huerta navarra. Se podían adquirir botes de menestra, de alcachofa, de espárragos, tomate frito ecológico o pimientos de piquillo de Lodosa rellenos de tortilla.
